Una alucinación es una percepción física de un estímulo externo que una persona cree o asegura sentir como real aunque esto no sea posible verificarlo simultáneamente para otros testigos presentes en el lugar y orientados en la supuesta dirección del estímulo. A veces incluso terceros creen estar percibiendo algo pero ni siquiera de la misma manera que el primer testigo menciona. Adicionalmente puede que tampoco se registre nada anómalo a través de equipos de medición para detectar la presencia de algún fenómeno relacionado con lo que este testigo menciona. Conocimientos adicionales recomendadosPor ello la alucinación es considerada una pseudo-percepción sensorial en ausencia (aparente) de un estímulo externo. En ese sentido es distinta de la ilusión, que es una percepción distorsionada de un estímulo externo efectivamente existente. Las alucinaciones pueden ocurrir en cualquier modalidad sensorial - visual, auditiva, olfativa, gustativa, táctil, proprio-ceptiva, equilibrio-ceptiva, noci-ceptiva, termo-ceptiva o varias mezcladas. Aunque existe un amplio número de alucinaciones distintas, las alucinaciones más complicadas son aquellas relacionadas a la percepción de voces en lugares en donde no hay nadie presente o incluso habiendo personas, ninguna de estas se dirige al testigo. Otra de las alucinaciones o pseudo-alucinaciones frecuentes es aquella relacionada a la percepción visual de la presencia de seres desconocidos que incluso a veces aparecerían subitamente en un lugar en donde antes el testigo no recuerda haber visto nada. Por ello como experiencia es un aspecto fenomenológico de interés para variadas ciencias tales como la psiquiatría, la neurología y la psicología y para algunas pseudociencias como la parapsicología. Como tal la alucinación es una palabra recurrentemente mencionada en trastornos tales como algunas variantes de esquizofrenia y la epilepsia, aunque tecnicamente aparece también mencionada en experiencias místico-religiosas y paranormales, y así también como parte del abuso de drogas y estupefacientes al igual que la presencia de cáncer y también en los trastornos del sueño. Por ejemplo existen las alucinaciones floridas que se asocian usualmente con el uso de drogas, privación del sueño, psicosis o trastornos neurológicos. Sin embargo, hay estudios que muestran que las experiencias alucinatorias son comunes en la población general (en EE.UU.). Se ha reportado[1] que cerca del 10% de la población experimenta alucinaciones leves o sutiles. Una encuesta más reciente y mucho más completa y amplia[2] con un número de personas cercano a 13.000 reveló que 39% de las personas reportan experimentar experiencias alucinatorias vívidas y severas, no necesariamente vinculadas con el uso de drogas. Las alucinaciones acústicas o auditivas (en particular las que incorporan una o más voces que se refieren al sujeto que las experimenta) están muy asociadas con la esquizofrenia, y tienen un importante peso a la hora de hacer los diagnósticos. Naturalmente, ello no significa que la experiencia de 'oír voces' u 'observar visiones' sea signo de enfermedad mental. Existen diferentes aproximaciones teóricas a la causa de las alucinaciones. Desde el psicoanálisis se puede decir que las alucinaciones son proyecciones de deseos inconscientes y de proyecciones irrealizables. El mayor peso lo tienen teorías de orden biológico que postulan deficiencias en el funcionamiento normal del cerebro y de las conexiones sinápticas entre células ciliadas y las presentes en el tallo encefálico y en los lóbulos occipital-temporal. Se piensa que es de particular importancia el neurotransmisor dopamina en estas disfunciones.[3] Un aspecto polémico de las alucinaciones se relaciona con el hecho de que no es posible explicarlas de una manera tan trivial como trastornos orgánicos o psicofisiológicos dado que a veces la explicación científica propuesta es más difícil que la realidad corriente. En este sentido se tiene por ejemplo el caso de ciertas alucinaciones visuales en donde el testigo indica la presencia de una entidad u objeto en su campo de visión la cual le obstruye observar lo que está detrás de este. Por ello mencionar que el cerebro en estados alterados (trastornados) es capaz de ver cualquier cosa no es tan fácil de explicar pues requiere de múltiples observaciones y detalles. La misma explicación de la causa de las alucinaciones por inducción electromagnética no explica necesariamente que 'todas' las alucinaciones puedan ser inducidas ni menos que se mantengan tanto tiempo trastornando la percepción del testigo/paciente. Por lo general las alucinaciones no se analizan como un aspecto separado sino dentro de un cuadro más general de fenómenos anómalos o trastornos relacionados a estos episodios alucinatorios.
Véase también
Referencias
Categoría: Signos clínicos |
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