La piel es un complejo sistema de tejidos superpuestos en estratos que sirve a todos los animales para protegerlos de las condiciones medioambientales. En los mamíferos es especialmente gruesa, sobre todo en animales en los que tiene que cubrir grandes masas musculares como ocurre con cetáceos, elefantes o rinocerontes.
Estructura histológicaEpidermisLa capa más superficial o epidermis se compone de un estrato interno de células pigmentadas que están en continua renovación, migrando empujadas por células nuevas hacia la superficie externa. Estas células poseen melanina, un pigmento imprescindible para la protección ante las radiaciones ultravioletas solares. Según se hacen más superficiales, se queratinizan dando lugar al estrato córneo de la epidermis, mueren, se hacen escamosas (estrato escamoso de la epidermis) y acaban por desprenderse dejando paso a las que se sitúan en estratos más profundos. Dermis
Bajo la epidermis se halla la dermis. Es una capa de células muy activas integradas en un tejido con gran cantidad de colágeno responsable de la elasticidad de la misma. Es un estrato muy vascularizado y con gran cantidad de terminaciones nerviosas, responsable de la continua renovación de las células epidérmicas. La dermis es el asiento del pelo, que no es sino un conjunto de células del estrato epidérmico muy queratinizadas y modificadas que dan lugar además a la formación de otras estructuras fanerópticas. El folículo piloso posee un pequeño haz de fibras musculares que se insertan bajo el estrato epidérmico y cuya contracción da como respuesta el movimiento del pelo ante estímulos de frío, sorpresa o miedo. Se trata del músculo erector del pelo.
Glándulas sebáceas
Las glándulas sebáceas desembocan en el folículo piloso o raíz del pelo y tienen como misión eliminar compuestos grasos que lubrifican piel y pelo protegiéndolos. Glándulas sudoríparasLas glándulas sudoríparas son las encargadas de eliminar agua para intervenir simultáneamente en los mecanismos de intercambio hídrico y termorregulador. A la vez, junto al agua, eliminan sales y sustancias de desecho. No se reparten uniformemente por la superficie corporal y no existen de manera constante en todos los mamíferos en determinada región corporal. En el canal auditivo, se transforman en glándulas ceruminosas, que tienen como misión evitar la deshidratación del tímpano y mantener su elasticidad. Glándulas odoríferasSon glándulas sudoríparas modificadas, encargadas de eliminar sustancias aromáticas que tienen como fin primordial la indicación de determinados estados anímicos, sociales o fisiológicos del animal y que, en casos extremos como el de las mofetas, sirven como poderoso sistema defensivo. Glándulas mamariasLas otras glándulas sudoríparas modificadas son las lácteas, capaces de sintetizar un compuesto líquido llamado leche que sirve como alimento a los mamíferos durante las primeras etapas de su vida. Las glándulas se estructuran entre sí para desembocar conjuntamente a través de un esfínter denominado pezón en el vértice de las mamas. El orden Monotremata constituye una excepción, pues las glándulas no se estructuran en mamas sino que abren directamente en poros diseminados por la región ventral. Estas glándulas, como las demás, no se localizan en la misma región en todos los mamíferos, y mientras que las anteriores conocen gran diversidad de localizaciones según las distintas especies, las mamas, se sitúan, en número variable, en la región ventral del cuerpo (frontal en bípedos) formando dos líneas (círculos en algunos marsupiales) a ambos lados del cuerpo, entre las regiones torácica y pélvica. HipodermisEl tejido adiposo subcutáneo, además de formar parte esencial en el metabolismo de las grasas constituyendo depósitos energéticos de gran capacidad de movilización, resulta un perfecto aislante corporal ante bajas temperaturas. Bajo la hipodermis, la fascia profunda subyacente concluye la conformación estratificada de un órgano, la piel, que llega a suponer el 16 % del peso total del organismo. El PeloTodos los mamíferos tienen pelo, en mayor o menor cantidad y éste se distribuye de distinta forma según las especies. Su estructura y disposición dependen sobremanera de las circunstancias ambientales en las que se desenvuelve el animal. Se estructura en una cubierta externa escamosa llamada cutícula, una capa celular intermedia conocida como córtex y una interna de células cúbicas llamada médula. A cada pelo se le asocia una glándula sebácea y un músculo erector del pelo que interviene en los mecanismos de regulación de la temperatura corporal. El pelo crece desde la epidermis por una rápida replicación celular en el folículo que da lugar a la migración de las células existentes hacia el exterior, en cuyo trayecto van queratinizándose y mueren formando la cutícula.
Tampoco el color es homogéneo y salvo raras excepciones que presentan algunos simios como objeto de reclamo sexual, suelen ser miméticos y en no pocas especies cambian de color según la estación meteorológica. Por regla general, en los cuadrúpedos, suele ser más claro en las regiones ventrales y mediales del cuerpo. Tiene entre otras, las siguientes funciones:
Uñas, garras, cascos, pezuñas...Sobre la piel, existen además formaciones de mayor dureza y rigidez, no constantes en todas las especies, ni iguales en aquéllas que las poseen: se trata de uñas (o estructuras análogas) y cuernos. Las garras, uñas y pezuñas son formaciones queratinosas de mayor dureza que la piel que crecen en los extremos de los dedos de todos los mamíferos a excepción de los de vida acuática que tienen modificadas sus extremidades. Presentan morfologías sumamente distintas según la especie de que se trate y siempre está en función del tipo de vida y hábitat en el que se desenvuelve el animal. Así animales como los carnívoros que han de desgarrar y animales trepadores como las ardillas desarrollan garras curvas y afiladas que les permiten realizar ambas funciones. Otras especies poseen grandes garras de menor curvatura y las utilizan para cavar como el equidna y el topo, o para hurgar en grietas y conseguir alimento como hace el oso hormiguero. En general poseen garras todos los digitígrados y la mayor parte de los plantígrados. En otras especies no tienen más función que la de proteger el extremo del dedo, constituyéndose en cascos de gran dureza que permiten a estos animales apoyarse con la punta del o los dedos: son los ungulados. Por último, en algunos plantígrados como los simios antropomorfos o el elefante las uñas son más o menos aplanadas y sólo cubren parte de la porción distal de los dedos como escudos protectores de zonas muy sensibles. Las uñas nacen en el interior de la dermis y crecen constantemente a lo largo de la vida de los individuos. No son estructuras únicas en los mamíferos encontrándose también en aves y reptiles aunque ni unos ni otros presentas estructuras similares a las pezuñas de los ungulados.
CuernosLas otras formaciones queratinosas a las que se ha hecho referencia, los cuernos, sí son exclusivos de la clase, aunque no todas las especies los presentan, ni las que lo hacen guardan similitud entre sí en forma o tamaño. Los cuernos son protuberancias óseas que crecen en la cabeza de determinados mamíferos, pertenecientes a los órdenes Artiodactyla y Perissodactyla. En algunas especies del primero, crecen como estructuras pares (dos o cuatro) en el hueso frontal cubriéndose de denso pelo muy queratinizado que da gran consistencia y mayor longitud a la cornamenta. Los cérvidos tienen la capacidad de evolucionar a lo largo de las estaciones climáticas de forma cíclica. Pierden la masa ósea sobre la que se apoyan y acaban desprendiéndose para, progresivamente a lo largo del año, volver a crecer hasta alcanzar dimensiones similares o mayores a las de la temporada anterior. Para distinguirlos de los cuernos que, como los de los bóvidos, nunca se pierden de forma natural, a los de los cérvidos se les suele llamar cachos. Por lo que respecta a algunas especies de perisodáctilos, concretamente los rinocerontes, los cuernos son estructuras impares que crecen en número variable según la especie a lo largo de la línea media de la cara. Su estructura es mayoritariamente ósea y en ningún caso sufren fenómenos evolutivos temporales. Véase también
Bibliografía
Enlaces externos
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