El asma es una condición crónica del sistema respiratorio, en el que sus vías ocasionalmente se contraen, se inflaman y se producen cantidades excesivas de mucosidad, a menudo en respuesta a uno o más factores desencadenantes.[1] Estos episodios pueden ser desencadenados por cosas tales como la exposición a un medio ambiente estimulante, como un alergeno, aire húmedo, el ejercicio o esfuerzo, o el estrés emocional. Por lo general son crisis respiratorias de corta duración, aunque pueden haber períodos con ataques asmáticos diarios que pueden persistir por varias semanas. En los niños los desencadenantes mas frecuentes son las enfermedades comunes como aquellas que causan el resfriado común. Este estrechamiento de las vías respiratorias provoca síntomas tales como respiración sibilante, falta de aire, opresión en el pecho y tos. La constricción de las vías aéreas responde a los broncodilatadores. Entre las exacerbaciones se intercalan períodos asintomáticos donde la mayoría de los pacientes se sienten bien, pero pueden tener síntomas leves, así como permanecer sin aliento—después de hacer ejercicio—durante períodos más largos de tiempo que un individuo no afectado. Los síntomas del asma, que pueden variar desde algo leve hasta poner en peligro la vida, normalmente pueden ser controlados con una combinación de fármacos y cambios ambientales. Conocimientos adicionales recomendados
EpidemiologíaEl asma es una enfermedad frecuente que varía mucho de un país a otro. Afecta alrededor del 3 al 7% de la población adulta, siendo más frecuente en edades infantiles. En niños es una de las más importantes enfermedades crónicas. Es más frecuente en el sexo masculino en una relación de 2:1, pero al llegar a la pubertad, esta relación tiende a igualarse.[2] En los últimos veinte años se ha registrado un aumento en su incidencia debido en parte a la contaminación ambiental y las consecuencias de esta, y en parte al aumento de la población mundial. La enfermedad tiene un fuerte componente hereditario, expresado como un antecedente familiar de rinitis, urticaria y eccema, por ejemplo. Sin embargo, muchos asmáticos no tienen antecedentes familiares que indiquen una asociación atópica. Hasta el momento no se ha demostrado ninguna de las hipótesis infecciosas propuestas como origen del cuadro. Mecanismo de producción de asmaAunque se conoce que el asma es una condición causada por una inflamación persistente o crónica de las vías aéreas, los componentes precisos de esta inflamación están todavía por dilucidar y las causas de esta inflamación son inciertas. Muchas células inflamatorias pueden estar implicadas e interactuar con otras de alguna manera compleja. Existe ya una evidencia persuasiva de que los mastocitos juegan un importante papel en la respuesta inmediata al alérgeno y el asma inducido por el esfuerzo y el relacionado con alimentos, pero las células responsables de la inflamación crónica que provocan la hiperreactividad bronquial son los macrófagos, los eosinófilos y linfocitos T, todos ellos aparecen activados en el asma, incluso en pacientes asintomáticos. Los linfocitos T están programados para producir ciertas citoquinas (células TH2) que conducen a la característica inflamación eosinofílica. Esta programación comprende a células presentadoras de antígeno, tales como las células dendríticas en el epitelio de las vías aéreas. Otros mediadores de la inflamación producen reacciones tales como congestión vascular, edema, aumento de la producción de moco, etc. Este proceso de inflamación crónica puede que conduzca a cambios estructurales, tales como la fibrosis, el engrosamiento o hipertrofia del músculo liso bronquial, hipertrofia de las glándulas y la angiogénesis lo que puede dar lugar a una obstrucción irreversible de la vía aérea. Desde el punto de vista emocional, si bien no se ha precisado su causa, está bien definido que las emociones del paciente toman un papel muy importante en el desarrollo de la enfermedad. En un nivel subconsciente el asma puede desarrollarse más en infantes que provienen de hogares conflictivos, evidenciando de esta manera que el estrés es el principal factor desencadenante. Es fundamental, para el enfermo de asma, llevar una vida no solo llena de cuidados en relación a los agentes patógenos desencadenantes, sino también cuidados en cuanto a su ambiente emocional para que su vida transcurra sin estrés. EtiologíaEl asma bronquial es común en personas jóvenes con una historia clínica de catarros continuados, o de antecedentes familiares asmáticos. Las crisis de asma se relacionan con el consumo de ciertos alimentos o la presencia de determinados agentes alergenos. Las causas que provocan el asma bronquial y motivan la respuesta de los mecanismos principalmente inmunológicos se clasifican en:
AmbientalesExisten varios factores de riesgo ambientales que están asociados al asma, sin embargo pocos han sido replicados de manera consistente o que contengan metaanálisis de varios estudios para poner en evidente una asociación directa. Algunos de estos factores ambientales incluyen:
GenéticaSe han asociado a más de 100 genes con el asma, por lo menos en un estudio genético.[9] Aunque en el estudio aún se necesita añadir un componente de replicación genética, para el 2005, unos 25 genes se habían asociado con el asma en seis o más poblaciones diferentes, entre ellos GSTM1, IL-10, IL-4, IL-13, CTLA4, CD14, TNF y el receptor β-2 adrenérgico ADRB2. Muchos de estos genes se relacionan con el sistema inmune o modulan los procesos de la inflamación. Sin embargo, a pesar de esta lista de genes y su posible asociación al asma, los resultados no son del todo consistentes entre las diferentes poblaciones,[9] es decir, estos genes no se asocian al asma bajo todas las condiciones, sino que la causa genética del asma es una interacción compleja de diversos factores adicionales. SintomatologíaLos síntomas más característicos del asma bronquial son la disnea o dificultad respiratoria de intensidad y duración variable y con la presencia de espasmos bronquiales, habitualmente acompañados de tos, secreciones mucosas y respiración sibilante. EvoluciónLa evolución de la reacción asmática constituye un proceso cuyas principales fases son:
Tratamiento ConvencionalEl tratamiento convencional del asma bronquial puede ser:
Variaciones
Clasificación evolutivaBasada en los patrones de obstrucción bronquial medida a través de aparatos de registro tipo Peak Flow Meter o espirometría:
Véase tambiénEnlaces externos
Referencias
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