Originalmente el término defensa en profundidad proviene de la terminología militar. En esa estrategia de defensa, en lugar de colocar una linea única muy fuerte, se colocan varias lineas consecutivas. Una de las ventajas de esa estrategia es que el empuje inicial se va perdiendo al tener que superar las distintas barreras. Además la estrategia puede conseguir que la fuerza atacante se disperse, debilitándola por tanto y pudiendo posteriormente el defensor reorganizarse para atacar el punto más debilitado.
La misma idea se utiliza también en aplicaciones civiles, como en las instalaciones nucleares o en la computación.
Conocimientos adicionales recomendados
Defensa en profundidad en instalaciones nucleares
Los sistemas destinados a minimizar o eliminar los posibles fallos en una central nuclear de uso civil se organizan siguiendo un esquema llamado defensa en profundidad. Esta aproximación sigue un diseño de múltiples barreras para alcanzar el propósito de eliminar o minimizar los riesgos.
Una primera aproximación a las distintas barreras utilizadas, de fuera adentro podría ser:
- Autoridad reguladora: Este organismo (en España el CSN) es el encargado por velar que el resto de barreras se encuentren en perfecto funcionamiento. Es fundamental que el organismo sea eminentemente técnico, no vinculado a intereses políticos ni empresariales, y que sus decisiones sean absolutamente vinculantes. Debe poder decidir fuera de cualquier otro interés, por ejemplo, si una instalación nuclear o radiactiva no cumple todas las exigencias de seguridad. Adicionalmente, este organismo debe auditar cada cambio llevado a cabo en el diseño base.
- Normas y procedimientos: Es sabido que la mayor parte de los fallos producidos en cualquier sistema altamente automatizado son causados por la mano de las personas que los utilizan. Es por ello fundamental que todas las actuaciones, tanto de operación como de mantenimiento e incluso en la propia construcción, se rijan de forma estricta por procedimientos y normas escritas y detalladas. Además, las actuaciones deben estar controladas por personas independientes (control de calidad) y finalmente supervisadas por la propia autoridad reguladora (inspectores residentes).
- Primera barrera física: Son los llamados sistemas de protección intrínsecos, o también sistemas pasivos. Lo forman aquellos sistemas basados en las leyes de la física que dificultan la aparición de fallos en el sistema del reactor. Por ejemplo el uso de reactores con reactividad negativa o el uso de edificios de contención de acero, hormigón o una combinación de ambos envolviendo toda la estructura.
- Segunda barrera física: La constituye la reducción de la frecuencia con la que pueden suceder los fallos. Esto se consigue mediante métodos como la redundancia (doble o triple), la separación de sistemas o la diversidad de sistemas de seguridad destinados a un mismo fin. Así se diseñan todos los sistemas de seguridad también llamados activos, tales como las duchas de aspersión de agua que rodean al reactor, las válvulas de seguridad que sellan los circuitos, etc.
- Tercera barrera física: Está compuesta por sistemas destinados a minimizar o eliminar la influencia de sucesos externos a la propia central. En esta categoría entran múltiples sistemas, tales como las alambradas y sistemas de seguridad que dificultan la entrada de personas ajenas a la instalación, los amortiguadores de cada componente que impiden una ruptura en caso de sismo
- Barrera técnica: Todas las instalaciones se instalan en ubicaciones consideradas muy seguras. De esta forma se realizan durante años estudios de sismicidad por ejemplo pero también se ubican en situaciones áltamente despobladas, de forma que, si todas las demás barreras fallaran, las consecuencias pudieran reducirse al mínimo, por ejemplo evacuando a la población en caso necesario.
Defensa en profundidad en los sistemas pasivos
Es muy conocido el esquema en el que se representan los principales sistemas de seguridad nuclear pasiva. En la imagen se puede observar ese esquema, donde cada barrera representa:
- La propia elaboración del combustible de óxido de uranio, generado en forma cerámica, de forma que sea inerte.
- La vaina de aleación de circonio que rodea las pastillas de combustible.
- La vasija a presión del reactor, construida de acero de espesor superior a 12 cm.
- Primera capa del edificio de contención, sellada y con presión negativa.
- Segunda capa del edificio de contención, de una o varias capas de acero, hormigón o una combinación de ambos.
Defensa en profundidad en computación
Véase también
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