La insuficiencia renal crónica (CRF, o "falla renal crónica", o "falla crónica del riñón", CKF, o la "enfermedad crónica del riñón", CKD), también llamado "esclerosis renal" o "síndorme urémico", es una pérdida lentamente progresiva de la función renal durante un período de meses o años y definida como un anormalmente bajo índice de filtrado glomerular, que es usualmente determinado indirectamente por el nivel de creatinina en el suero de la sangre. El CRF que conduce a una enfermedad severa y que requiere una cierta forma de terapia de reemplazo renal (como la diálisis) se llama enfermedad renal terminal (ESRD). Conocimientos adicionales recomendados
Signos y síntomasInicialmente no tiene síntomas específicos y solamente puede ser detectada como un aumento en la creatinina del suero. A medida que la función del riñón disminuye, los síntomas pueden ser los siguientes:
Los pacientes de CRF sufren de aterosclerosis acelerada y tienen incidencia más alta de enfermedades cardiovasculares, con un pronóstico más pobre. DiagnósticoEn muchos pacientes de CRF, ya son conocidas enfermedades renales previas u otras enfermedades subyacentes. Un número pequeño presenta con CRF de causa desconocida. En estos pacientes, ocasionalmente una causa es identificada retrospectivamente. Es importante distinguir el CRF de la insuficiencia renal aguda (ARF) porque el ARF puede ser reversible. Comúnmente es realizado el ultrasonido abdominal, en el cual se mide el tamaño de los riñones. Los riñones en el CRF usualmente son más pequeños que los riñones normales (< 9 cm), con excepciones notables por ejemplo en la nefrología diabética y en la enfermedad del riñón policístico. Otra pista de diagnóstico que ayuda a diferenciar al CRF del ARF es una subida gradual de la creatinina del suero (sobre varios meses o años) en comparación con un aumento repentino en la creatinina del suero (de varios días a semanas). Si estos niveles no están disponibles (porque el paciente ha estado bien y no ha tenido ningún análisis de sangre), ocasionalmente es necesario tratar a un paciente brevemente como si tuviera ARF hasta que se establezca si el empeoramiento renal es irreversible. En los pacientes con insuficiencia renal crónica tratados con diálisis estándar se van acumulando numerosas toxinas urémicas (ver el enlace). Estas toxinas muestran varias actividades citotóxicas en el suero, tienen diversos pesos moleculares y algunas de ellas están enlazadas a otras proteínas, primariamente a la albúmina. Tales sustancias tóxicas, ligadas a proteínas, están recibiendo la atención de los científicos interesados en mejorar los procedimientos estándar hoy usados para la diálisis crónica. CausasLas causas más comunes de CRF en Estados Unidos y Europa son nefropatía diabética, hipertensión, y glomerulonefritis. Juntas, causan aproximadamente el 75% de todos los casos en adultos. Ciertas áreas geográficas tienen una alta incidencia de nefropatía de HIV. Históricamente, las enfermedades del riñón han sido clasificadas según la parte de la anatomía renal que está implicada:
TratamientoLa meta de la terapia es retrasar o parar la progresión, de otra manera implacable, de CRF a ESRD. El control de la presión arterial y el tratamiento de la enfermedad original, siempre que sea factible, son los amplios principios de dirección. Generalmente, son usados el Inhibidor de la ECA (IECA), o el antagonista de receptor de angiotensina II ((ARBs), dado que se ha encontrado que ellos retardan la progresión a ESRD.[1] [2] Usualmente es necesario el reemplazo de la eritropoyetina y la vitamina D3, dos hormonas procesadas por el riñón, al igual que el calcio. Los enlazadores de fosfato son usados para controlar los niveles de fosfato en el suero, que usualmente están elevados en la insuficiencia renal crónica. Después de que ocurra el ESRD, se requiere la terapia de reemplazo renal, en la forma de diálisis o de un trasplante. ==Pronóstico== El pronóstico de pacientes con enfermedad crónica del riñón vistos como datos epidemiológicos hah demostrado que todos causan aumentos de la mortalidad a medida que la función del riñón disminuye (índice de mortalidad total)[3] . La causa principal de muerte en pacientes con enfermedad crónica del riñón es por enfermedades cardiovasculares, sin importar si hay progresión a ESRD[3] .[4] [5] Mientras que las terapias de reemplazo renal pueden mantener a los pacientes indefinidamente y prolongar su vida, la calidad de vida es severamente afectada.[6] [7] El trasplante renal aumenta significativamente la supervivencia de los pacientes con ESRD cuando se compara a otras opciones terapéuticas.[8] [9] Sin embargo, es asociado a una mortalidad incrementada a corto plazo (debido a las complicaciones de la cirugía). Apartando el trasplante, la hemodialisis doméstica aparece estar asociada a una supervivencia mejorada y a una mayor calidad de vida, cuando se compara a la hemodiálisis convencional de tres veces a la semana y a la diálisis peritoneal.[10] Véase también
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Referencias
Categoría: Enfermedades renales |
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