Se denomina flatulencia, flato, cuesco, güisque, pedo, peo (vulgar), bufo, cuete, tufo, gas o gufo a la mezcla de gases que se expulsa por el ano con un sonido y olor característicos. Esta mezcla está producida por bacterias y levaduras simbióticas que viven en el tracto gastrointestinal de los mamíferos, y por partículas aerosolizadas de sus excrementos. Conocimientos adicionales recomendados
Cantidad y constituyentesComo media, las personas liberan entre 0,5 y 1,5 litros de flatos repartidos entre 12 y 25 episodios a lo largo del día. La flatulencia, por lo general, tiene un olor muy desagradable. Los principales constituyentes de la flatulencia son gases inodoros, que —listados en orden de cantidad— son:
El intenso mal olor proviene de trazas de otros constituyentes producidos por la ruptura de proteínas:
Los flatos también contienen partículas aerosolizadas de excrementos, aunque en cantidades minúsculas. La flatulencia está compuesta principalmente por nitrógeno, y no por metano, como comúnmente se cree. De hecho, algunas pruebas sugieren que dos de cada tres personas no expulsan metano en sus flatulencias. La mayor parte del metano lo producen bacterias que se encuentran en el interior del intestino. El metano y el hidrógeno son inflamables, por lo que algunas flatulencias son susceptibles de encenderse con fuego. CausasLos gases intestinales provienen de fuentes exógenas (90%) y endógenas (10%). Los gases endógenos se producen como derivados de la digestión de cierto tipo de comida. Los alimentos que producen flatulencias son, por lo general, ricos en carbohidratos complejos (especialmente oligosacáridos como la inulina) e incluyen habichuelas, leche, cebollas, batatas, castañas, brócoli, coles, alcachofas, levadura del pan, etc. En las habichuelas, los gases endógenos parecen provenir de los oligosacáridos, carbohidratos que son resistentes a la digestión: estos pasan al intestino delgado prácticamente sin modificar, y cuando alcanzan el intestino grueso, las bacterias se alimentan de ellos, produciendo una abundante cantidad de gas. (McGee, 1984, pp. 257-258). Las bacterias intestinales que se alimentan de la lactosa, en el caso de personas con intolerancia a este disacárido, pueden producir un aumento excesivo de gas cuando se consume leche u otras sustancias que contienen lactosa. Mecanismo de acciónLos sonidos comúnmente asociados con la flatulencia se producen por la vibración de la apertura anal. El sonido varía dependiendo de lo contraído que se encuentre el músculo del esfínter y la velocidad a la que se expulsa el gas, así como otros factores como la humedad y la grasa corporal. El flato llega al ano siguiendo los mismos movimientos peristálticos que las heces, produciendo sensaciones similares de urgencia e incomodidad. Las terminaciones nerviosas en el recto aprenden a distinguir entre flatos y heces, aunque las deposiciones demasiado fluidas pueden llegar a confundir estos sensores. Consideraciones lingüísticasLa palabra «pedo» proviene del latín peditum. En algunos países de Latinoamérica y también a veces en España se le dice también "peo". (la palabra "peo" en Venezuela, es considerada también sinónimo de problema, enredo, situación incómoda, discusión, altercado: "En la fiesta de anoche hubo tremendo peo, se pelearon los muchachos"; "préstame algo de dinero que me metí en un peo de una deuda con la vecina", etc.). El Diccionario de la Lengua Española, de la RAE lo define como ‘ventosidad que se expele del vientre por el ano’, y contempla otras muchas palabras derivadas. Así, el verbo asociado es peer (del latin pedere), y no pear, como suele decirse habitualmente.
Se conjuga como leer; por tanto, no se debe decir Cuando los pedos se expulsan de manera repetida (pedorreo), debe usarse el verbo pedorrear. Quien pee sin reparo o muy frecuentemente es un pedorrero, pedorretas, pedorriento (más empleada en México) o pedorro. Pedo es también sinónimo coloquial de borrachera o de fiesta (en España y varios países de Iberoamérica). Es frecuente que en el habla coloquial, se suprima la letra "d" a la palabra pedo: «peo». O bien su variante femenina, "pea"(Venezuela o algunos lugares de España) o "peda" (México). Por otro lado, para hacer referencia a un pedo ruidoso se emplea la voz onomatopéyica «cuesco». Existen, según las regiones geográficas, diferenciaciones y sinónimos de este término. En la zona mediterránea bilingüe con el catalán se diferencian los petorros (pedos ruidosos pero inodoros), de las bufas (pedos insonoros y de larga duración) y las perfas (pedos ruidosos y de olor desagradable y duradero), entre otros. En las Islas Canarias se denomina bufo o gufo, al pedo que no produce emisión sonora, pero sí efectos de fetidez notables (en México es equivalente al "pedo cebado"). En algunas zonas además se le denomina humorísticamente como «peo ninja», debido a que al igual que este artista marcial el flato es silencioso pero oloroso. La flatulencia en la literatura y el arteAunque es probable que el humor de la flatulencia se considere divertido, las culturas consideran descortés hacer público un gas. Tales bromas se registran raramente.
Referencias
Enlaces externosCategoría: Aparato digestivo |
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