Con el nombre de gas de alumbrado, gas de hulla o gas de coque, y en algunos países gas ciudad, se designan a las mezclas de gases combustibles que arden con llama luminosa y que se forman por destilación seca de hulla o carbón de piedra, sin aire, a temperaturas de 1200 a 1300 °C. También pueden emplearse para obtenerlo otros materiales, como la madera. Esta tecnología fue empleada antes del desarrollo de la explotación y conducción del gas natural desde el yacimiento hasta los grandes consumindores. En 2006 se produce a SinteGas, (del inglés SynGas, synthesis & gas), para usos petroquímicos, desde el propio gas natural: Conocimientos adicionales recomendados
Antecedentes1727: el concepto de un gas inflamable a partir del carbón o de otras materias orgánicas surge con Stephen Hales, párroco inglés. En su libro Vegetable Staticks, de "... al calentar carbón en un recipiente sellado emitía un "aire inflamable"..." 1801: el Ing. francés Philippe Lebon demostró en una vivienda de París que este gas se podía usar para calentar y para alumbrar, y que se podía conducir de la fábrica a los consumidores mediante tuberías empotradas, pero sus experimentos despertaron poco entusiasmo y llegaron a su fin en 1804, cuando es asesinado en los Campos Elíseos. 1792: el mecánico escocés William Murdoch logra alumbrar una casa en Redruth (Cornwall). En 1802 instaló antorchas de gas en cada extremo del edificio principal de los Ings. Boulton y Watt, en Birmingham, para los que trabajaba. La compañía comercializó el sistema y efectuó su primera venta cuando los propietarios de una importante industria textil de Lancashire instalaron 900 luces de gas para iluminar la fábrica. La luz de gas transformó la vida en el siglo XIX: iluminó el hogar, prolongó el día y civilizó las calles, que dejaron de ser peligrosas durante la noche. Sin embargo, las primeras lámparas de gas distaban mucho de ser agradables: olían mal, sólo emitían un débil resplandor amarillento y en habitaciones pequeñas calentaban la atmósfera y la hacían irrespirable. 1885: el físico austríaco Carl Auer, hijo del director de la imprenta Imperial de Viena, hace más eficiente la luz de gas. Coloca alrededor de la llama un manguito de gasa impregnada de torio y óxido de cerio, éste se hacía incandescente, aumentando la intensidad luminosa. El manguito incandescente condujo a la popularidad de la luz de gas a finales del s. XIX y principios del XX, antes de que fuese desplazada por el alumbrado eléctrico de Edison y Swan, aunque siguió empleándose como combustible para la calefacción doméstica e industrial. El gas de hulla también resulta una importante fuente de energía mecánica en los motores de gas. ComposiciónTal como llega al usuario, tiene aproximadamente la siguiente composición: hidrógeno 45,0 %; metano 35 %; etileno 4 %; monóxido de carbono 8 %; dióxido de carbono 2 %; nitrógeno 5,5 % y oxígeno 0,5% FabricaciónPara fabricarlo se destila la hulla en retortas de material refractario, a temperaturas de 1200 a 1300°C, sin contacto con el aire. Los productos volátiles, gases y vapores, pasan de las retortas a un colector, que contiene alquitrán y agua. En las retortas queda coque como residuo. En el colector, los gases y vapores destilados condensan agua y alquitrán. Después, aún impuros y calientes, pasan a otros condensadores, donde queda el resto de alquitrán y de amoníaco. En las fábricas modernas, después de separar de los gases la totalidad de alquitrán, se hacen pasar por lavadores (scrubbers), donde se elimina el sulfuro de hidrógeno y otras impurezas. Finalmente, se elimina con purificadores el total del sulfuro de hidrógeno y demás impurezas. El gas procedente de las fábricas se almacena en grandes depósitos cilíndricos llamados gasómetros, de donde, regulada su presión, pasa a las cañerías para el consumo. En algunas ciudades todavía quedan ejemplos de fabricas de gas, como en el caso de la ciudad de Tortosa, en la provincia de Tarragona, donde todavia se puede apreciar desde la calle, donde antes estaba la fábrica y ahora el colegio de educación primária "La Mercè", el depósito de gas que abastecía la ciudad. SubproductosDe la fabricación del gas de hulla se cuentan el alquitrán de hulla , el coque y el amoníaco. De 1 tonelada de carbón mineral se extrae: gas de alumbrado 280 a 330 m³; alquitrán, 51 kg; amoníaco 3 kg; coque 520 kg Antecedentes en Argentina del gas de hulla
Anecdotario
|
|
Este articulo se basa en el articulo Gas_de_alumbrado publicado en la enciclopedia libre de Wikipedia. El contenido está disponible bajo los términos de la Licencia de GNU Free Documentation License. Véase también en Wikipedia para obtener una lista de autores. |