Las lentes intraoculares de cámara posterior son unas lentes elásticas y deformables que se implantan de forma permanente entre el iris y el cristalino del ojo a través de una sencilla operación para corregir la miopía, astigmatismo, hipermetropía y vista cansada. Conocimientos adicionales recomendados
OperaciónGracias a que se pueden deformar por su elasticidad, la lente se puede introducir plegada a través de una inyección para luego desplegarla dentro del ojo, por lo que la incisión que hay que hacer en el ojo para introducir la lente es muy pequeña (ventaja con respecto a las de cámara anterior). Una de las partes claves de la operación es que la lente quede perfectamente colocada entre el iris y el cristalino. La lente tiene la forma de una lentilla normal, pero es más pequeña y además sobresalen unos bordes que harán que la lente no se pueda desplazar (en las de cámara anterior eran una especie de patitas), aún así, se recomienda no frotarse nunca los ojos de forma intensa para evitar riesgos de desplazamientos. Para introducir la lente, hay que dilatar la pupila del paciente previamente con un colirio. Cuando la pupila recupera su tamaño normal, la lente quedara encajada, sin embargo, es fácil que la pupila quede ligeramente dilatada, razón por la que muchos pacientes tras la operación ven aros de luz por la noche, alrededor de focos de luz como el de las farolas, sin embargo este efecto es menor que con la operación con cirugía laser, donde también ocurre. Sin embargo, la operación no sólo consiste en la introducción de la lente. Entre el iris y el cristalino, circula el humor acuoso, y la lente puede interferir esta circulación y provocar tensión ocular e incluso generar glaucoma, por lo que es necesario previamente o durante la colocación de la lente, realizar un diminuto agujerito en el iris, de forma que el humor acuoso pueda circular libremente desde detrás del iris hacia delante. Aún así, no es recomendable esta operación en personas con tensión ocular. Finalizada la operación la lente es invisible y pasa totalmente desapercibida. La corrección de la vista suele ser muy satisfactoria. Diferencia con otras operaciones
Ventajas
InconvenientesEs una operación moderna, y los resultados han sido muy satisfactorios, mejor incluso que con la cirugía láser, sin embargo, el mayor riesgo está en la permanencia de un objeto extraño dentro del ojo, que supone ser la lente intraocular. A corto y medio plazo se trata de una operación muy fiable, pero a largo plazo podría favorecer el desarrollo de cataratas, o de tensión ocular (nadie lo sabe porque no ha transcurrido este tiempo para ningún paciente que se lo haya implantado). Sirva de ejemplo, el dato que ofrece la clínica Reinoso de Colombia del 4,8% de complicaciones en la tensión ocular (glaucoma) y un 2,5% en complicaciones de opacidad del cristalino (cataratas) [1]. En cualquier caso, antes de realizar la operación, el paciente debe medirse la tensión ocular, y esta no debe ser superior a 21mm o 22mm de Hg. Tampoco seria buena referencia, si el cliente tiene familiares directos con glaucoma, pues hay casos en los que el glaucoma se hereda. En cuanto a las cataratas, más del 50% de la población tendrá cataratas a los 65 años, aunque podría adelantar la edad de implantación por llevar lente intraocular. Por último, está el posible riesgo de deslizamiento de la lente de la cavidad vítrea. A pesar de los inconvenientes, un estudio con 294 personas (526 ojos) realizado por el fabricante Collamer que aparece en la revista Ophthalmology en Sept-2004 [2], sólo el 0,6% están insatisfechos con la implantación de la lente ICL tras 3 años de la operación, pero también se asegura que los efectos a largo plazo y las complicaciones potenciales de los lentes de implante todavía no son conocidas. Soluciones a estos problemas- En el caso de las cataratas, el problema no es muy grave. Hoy en día, y más en el futuro, las operaciones de cataratas tienen mucho éxito, y la operación es similar a la que estamos tratando. Habría que quitar la lente intraocular y poner una nueva que corrigiera las cataratas, y además seguiría corrigiendo la miopía o astigmatismo que ya tenía el paciente, o incluso actualizada si hubiera aumentado. - Un problema mayor sería si la tensión ocular aumenta, esto podría llegar a generar glaucoma, por lo que lo recomendable sería quitar la lente intraocular y seguir usando gafas. Para ello es esencial que si se hace este tipo de operación, es necesario revisar periódicamente la tensión ocular y realizar un fondo de ojos en el oculista (por ejemplo anualmente), para que en caso de detectar un aumento importante de la tensión ocular proceder a quitar la lente intraocular y utilizar gotas especializadas en los ojos para evitar que pudiera seguir aumentando la tensión ocular. - Si se desplazara la lente, sería necesario operarse para volver a recolocar la lente. Finalmente, aunque remotas, existen riesgos mayores que en la cirugía láser por tratarse de una operación de mayor envergadura, aunque la operación sea tan sólo unos minutos, y el paciente pueda irse ese mismo día a su casa, pero con unas gafas oscuras de protección. Enlaces externosBloss Group de Barcelona, España Alcon Diario Médico del 22/12/00 Ocularis Universidad Autónoma de Barcelona Clínica Iradier CATS Base de datos Unidad Oftalmológica de Caracas Visiondiez Categoría: Oftalmología |
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