La meningitis es la inflamación de las leptomeninges, meninges o el daño por germenes, a nivel de las envolturas y membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Es decir, cuando a las meninges y al líquido cefalorraquídeo llegan microorganismos, bien sean bacterias, virus, entre otros, éstos se multiplican y producen un daño o inflamación.[1]
Conocimientos adicionales recomendados
Causas comunes
Principalmente la causa de la meningitis es debido a la infección. Sin embargo, son muchísimos los gérmenes existentes en el medio capaces de llegar a las meninges y producir daño en mayor o menor medida. Los principales responsables de ella son los virus o bacterias, aunque en raras ocasiones es por otros organismos.[2] A continuación se muestran en detalle los microorganismos que causan la meningitis:
- Virus (meningitis viricas): Los virus representan alrededor del 80% o más de las causas de la meningitis, es decir, la más frecuente de las afecciones de la meningitis. Se considera que la meningitis causada por virus es casi siempre benigna. LLegando a tal punto, que la mayoría de las personas alrededor del mundo ha padecido de meningitis viral a lo largo de su vida y no se ha dado cuenta. Mayormente son infectados por virus no muy conocidos por nombre (enterovirus: virus coxsakie y ecovirus, adenovirus, los virus atenuados de algunas vacunas, etc.) o virus muy conocidos (el virus de la gripe, el virus herpes, el de la varicela, el de las paperas, sarampión, etc.). Para este tipo de virus, no se tienen tratamiento (salvo el de la varicela y el del herpes) y se curan solas sin dejar secuelas.[1] [2]
- Bacterias (meningitis bacterianas): Se calcula que representan del 15% al 20% de las causas más frecuentes de la meningitis. En total, son muy pocas las bacterias causantes de la meningitis, las principales son:
- 'Neisseria meningitidis o meningococo: Es la causa más frecuente de meningitis bacteriana en el niño. Existen diferentes tipos de menigococo (tipo A, B, C, D, X, Y, entre otras). Aunque para la mayoría de las tipos de menigococo se tienen vacunas efectivas, para el tipo B no se tiene ninguna vacuna, siendo la bacteria más predominante. Debido a ello, se tiene vacunas para protegerse contra un solo tipo de meningococo y no para todas en general.
Es importante señalar que ésta bacteria es peligrosa no solo por su capacidad para producir meningitis, sino también por ser la causante de otras enfermedades, como faringitis, neumonía, artritis, entre otras. Sin embargo, la más peligrosa de ellas es la sepsis meningocócica, una enfermedad generalizada en la sangre (cuando la bacteria invade la sangre), que puede causar la muerte de manera fulminante o en pocas horas. Siendo esta una de las principales causas de la muerte por meningitis.[1]
- Haemophilus influenzae: Responsable de meningitis en los niños pequeños, entre los 3 meses y 3 años de edad. Sin embargo, puede ser la causante de otras enfermedades. Para erradicar esta bacetria (tipo B) existe una vacuna realmente efectiva.[1]
De esta bacteria existe un tipo B mejor conocido como Influenza haemophilus tipo b (Hib). Ésta bacteria en los Estados Unidos, se he eliminado casi en su totalidad, creando una inmunización generalizada.
- Streptococcus pneumoniae o pneumococo (meningitis neumocócica): Afecta a niños menores de un año. Es una de las peores respecto a secuelas, pues el niño puede quedar con sordera. Es causante igualmente de otras enfermedades, como: otitis, sinusitis, neumonías, entre otras.[1]
- Otras muchas bacterias pueden producir meningitis: En el recién nacido Streptococcus agalactie tipo B, Listeria, Escherichia coli, entre otras. La familia de bacterias Staphylococcus es responsable de enfermedades de la piel, artritis, neumonías, y, también, de meningitis.[1]
- Algunos otros agentes causantes: Las bacterias y los virus no son los unicos causantes de la menigitis, también existen otras afecciones como: bacteria de la tuberculosis, hongos, parásitos (paludismo, ...), etc. Aunque la causa más frecuente sean los microorganismos (virus, bacterias, hongos o parásitos), también puede hablarse de meningitis cuando la inflamación a este nivel se debe a determinadas enfermedades, intoxicaciones, etc.[1] Cabe señalar también que algunas otras bacterias, agentes químicos e, incluso, células tumorales pueden causar meningitis. La encefalitis y el absceso cerebral pueden acompañar a la meningitis como complicación (debido a la extensión de la bacteria a las estructuras cerebrales vecinas).
Existen otros causantes externos o factores de riesgo, que pueden ser causa de meningitis, entre ellos están:
- Edad: en la infancia y niñez temprana.
- Personas en contacto cercano y prolongado con pacientes con VIH o Meningitis Meningocócica meningitis bacteriana.
- Un sistema inmunológico debilitado debido a Infección por VIH u otras afecciones.
- Alcoholismo.
- Fumar (para meningitis debido a Meningitis Meningocócica).
- Vivir en proximidad cercana con otras personas, como en dormitorios y barracones militares (para la meningitis debido a Meningitis Meningocócica).
- Edad: más de 60 años.
- Algunos tipos de meningitis bacteriana se contagian a través del contacto directo con las secreciones de la boca o garganta de una persona infectada (por ejemplo, al besar). La meningitis no se contagia a través del contacto casual.[3]
En fin, las meningitis más frecuentes son las benignas, es decir, las producidas por virus. Esto significa que no siempre es grave el diagnóstico de la meningitis.
También se puede señalar que algunas vacunas existentes contra la meningitis en el mercado solo protegen un solo tipo de bacteria determinada. Existen vacunas contra el meningococo C, otra que protege contra el Haemophilus influenza tipo B (Hib) y, también, la del neumococo. Es por ello que cuando uno recibe una vacuna contra la meningitis (actualmente referida a la del meningoco C), solo quedará inmune frente al tipo de germen pero no frente al resto de las múltiples posibilidades. Es decir, que aunque recibamos muchas vacunas contra la meningitis, siempre es posible contraer meningitis por otros gérmenes o causantes externos.[1]
Síntomas
Los síntomas clásicos de la meningitis se desarrollan entre varias horas o puede tomar entre 1 o 2 días. Entre ellos están:
- Fiebre: La meningitis viral puede producir fiebre en grado variable; desde casos con escasa (es lo habitual) o nula fiebre, a otros en los que la temperatura puede superar los 39ºC. Las meningitis bacterianas producen, normalmente, fiebres elevadas.
- Dolor de cabeza: La zona posterior de la cabeza es donde se centra el dolor, aunque a veces es generalizada. Puede haber dolor de cuello y rigidez en la nuca. Sin embrago, existen muchas otras causas de dolor de cabeza: una migraña (jaquecas), un proceso gripal, etc.
- Vómitos: Normalmente en forma de escopetazo.
Se dice que esta es la llamada "triada meningítica", o los tres sintomas principales de la meningitis. Cuando se presenta alguno de los 3, se debe estar alerta ante su presencia y consultar al Médico cuanto antes. Es importante saber que, puesto que habitualmente el cuadro evoluciona progresivamente, los tres síntomas pueden no estar presentes hasta pasado un tiempo y, así, el diagnóstico se retrase inevitablemente.[1] [3]
Estos sintomas no son los únicos que se pueden presentar. Otros síntomas pueden ser:
- Demasiada rigidez y dolor en el cuello.
- Sarpullido de color rojo o púrpura.
- Cianosis (coloración azulada de la piel).
- Náusea.
- Sensibilidad a los colores brillantes (fotofobia).
- Somnolencia.
- Confusión mental.
- Convulsiones: Normalmente se presentan, aunque pueden ser rápidamente tratadas.[3]
Los síntomas anteriores son principalmente para adultos, aunque también se presentan en niños. Sin embargo, en los recién nacidos y niños, los síntomas clásicos son difíciles de detectar. Esto se debe a que muchos síntomas en los niños y en los recién nacidos son poco fiables, por ejemplo, los niños de menos de 3 meses de edad que presentan fiebre, normalmente son diagnosticados con meningitis. Los síntomas incluyen:
- Inactividad.
- Fiebre alta inexplicable o cualquier forma de inestabilidad en la temperatura, incluyendo la baja temperatura corporal.
- Irritabilidad.
- Vómito.
- Ictericia (color amarillento de la piel).
- Comer poco o negarse a hacerlo.
- Tensión o protuberancias suaves entre los huesos del cráneo.
- Dificultad para despertar.
A medida que la meningitis bacteriana avanza, los pacientes de todas las edades pueden experimentar ataques de apoplejía.[3]
Diagnóstico
La meningitis bacteriana puede conllevar a la muerte en cuestión de horas, debido a esto, el tratamiento y el diagnóstico oportuno son vitales. Es por eso que cuando se realiza el diagnóstico inicial los doctores se basan en los síntomas y en el examen físico, que hace énfasis en el sistema nervioso.[3]
Exámenes físicos
Una vez conocidos los síntomas iniciales, se practica una prueba conocida como "Signo de Brudzinski". Esta prueba consiste en tumbar al paciente y flexionarle hacia arriba la cabeza. La rigidez del cuello hará que no se pueda doblar éste o que flexione involuntariamente las piernas. Otra prueba realizada por el médico es intentar doblar el cuello llevando el mentón al tronco. Cuando se hace imposible doblarlo el paciente tiene rigidez de nuca, por lo que será necesario realizar pruebas para confirmar la enfermedad. Existen otras formas de explorar rigidez de nuca. Una de ellas de explorarla en casa se hace con un papel, se le pide al niño (bien sea de pie o sentado) que sea capaz de sostenerlo, sin que se le caiga, entre el mentón y el tórax (la boca ha de permanecer cerrada). Por supuesto, esto no necesariamente indica meningitis, ya que pueden ser otras causas más comunes.[1]
En niños menores de 1 año, no suele presentarse esta rigidez por lo que el pediatra en este caso también palpa la fontanela anterior para determinar su abombamiento. Si se encuentra abombada ha de descartar meningitis aunque existen otras causas de abombamiento de fontanela.
Otras pruebas
Se pueden realizar otras pruebas para la detección de la meningitis. Éstas pueden ser:
- Punción lumbar (punción raquídea): Es la prueba fundamental. El objetivo es recoger líquido cefalorraquídeo (LCR) para analizarlo y buscar virus y bacterias. Este procedimiento suele hacerse con el niño sentado y encorvado hacia delante; a veces tumbado y de lado. El Médico introduce una aguja entre las vértebras lumbares bajas para recoger unas cuantas gotas de LCR. El riesgo de la punción lumbar es prácticamente nulo y el dolor escaso.
- Otros cultivos:Se realizan muestras de orina, sangre, mucosas y/o pus debido a infecciones en la piel. Aunque el cultivo de líquido cefalorraquídeo es crucial para determinar el agente causante, en ocasiones el cultivo de la sangre puede determinar la etiología. Una analítica de sangre puede ser necesaria para orientar la causa y objetivar el grado de infección, aunque no es definitiva.
- MRI (Imagen de resonancia magnética) o Tomografía Computarizada: Con ella se asegura de que la inflamación no se debe a otra causa (como un tumor).[3]
Otros estudios que se pueden realizar entre los pacientes en los que se sospeche que tengan meningitis son estudios bioquímicos, tinción de Gram (para detectar si es posible la presencia de gérmenes y orientar el diagnóstico) y, si fuera posible, debe hacerse tras una TAC (imprescindible únicamente si se duda de la presencia de absceso). Debe comenzarse rápidamente el tratamiento empírico con antibióticos y tratamiento antiedema cerebral. Si no se puede realizar una punción lumbar debido al edema cerebral o a un posible abceso cerebral concomitante, se debe comenzar el tratamiento con un antibiótico de amplio espectro en todo caso y, posteriormente, puede ser sustituido por un antibiótico más específico, dependiendo de los resultados de los estudios de cultivos sanguíneos. Las convulsiones aparecen frecuentemente durante el curso de la meningitis y son tratadas con medicación anti-espasmódica, como la fenitoína.
Existe un tipo de meningitis bacteriana llamada "decapitada". Para este tipo de meningitis es difícil saber si es una infección bacteriana o vírica. Dicha dificultad se debe a que el niño ha tomado, días antes, antibióticos que enmascaran la causa real de la misma (bacteriana).[1]
Tratamiento
El tratamiento depende en su totalidad cuando se objetiva si la meningitis es vírica o bacteriana. Cuando se provee de tratamiento inmediatamente, más del 90% de las personas que padecen meningitis bacteriana sobrevive.[2] Algunos de los tratamientos son:
- Meningitis viral: Son benignas (casi siempre) y no existe, para ellas, ningún tratamiento específico salvo el sintomático (tratar el dolor de cabeza, la fiebre y los vómitos). Tan solo la meningitis por varicela o herpes tienen un tratamiento concreto. La benignidad de las víricas justifica que algunos niños sean enviados a casa sin precisar ingreso en el hospital.[1] Un niño con una meningitis viral requiere reposo, tomar líquidos abundantes y analgésicos (ibuprofeno o paracetamol).[2]
- Meningitis bacteriana: Se tratan con antibióticos potentes por vía intravenosa durante varios días. El antibótico usado para contrarestar la enfermedad dependede del tipo de bacteria que se sospeche. Habrá que esperar unos días, mientras va creciendo la bacteria en un medio de cultivo, para poder confirmar el real causante de la meningitis.[1] Mayormente es realizado un tratamiento hospitalario.[2] Para el tratamiento de la meningitis bacteriana se utilizan:
- Antibióticos: Se administran antibióticos por vía intravenosa tan pronto como se sospeche de meningitis en el caso de meningitis meningococcica la opocion mas logica es la ceftriaxona en el haemophilus se pueden usar combinaciones de amoxicilina mas cloramfenicol o acido clavulanico pero lo ideal es un antibiotico que atraviese la barrera hematoencefalica. Los antibióticos pueden ser cambiados una vez que las pruebas hayan identificado la causa bacteriana exacta. Normalmente, los pacientes permanecen en el hospital hasta que la fiebre haya disminuido y el fluido cerebroespinal está libre de infección.[3]
- Corticoesteroides: Normalmente, los corticosteroides se administran por vía intravenosa en el curso temprano del tratamiento para controlar la inflamación y para reducir la producción corporal de sustancias inflamatorias que pueda causar daño más adelante.[3]
- Reemplazo de Líquido: La pérdida de líquidos debido a la fiebre, sudoración o vómito se reemplaza cuidadosamente para evitar complicaciones de sobrecarga de líquidos.[3]
- Cuando un niño presenta cefalea muy intensa o vómitos repetidos es necesario el ingreso transitorio en el hospital para administrar líquidos y/o analgésicos intravenosos.[3]
- Los casos asociados a sepsis (infección generalizada de la sangre) o encefalitis (infección cerebral) suelen requerir tratamiento en una unidad cuidados intensivos.[1] y sera extraido que pude llegar al a muerte
Prevención
Existen diferentes maneras de prevenir la meningitis. Algunas de ellas son:
- Vacunaciones: el desarrollo de ciertas vacunaciones ha conseguido prácticamente erradicar algunas enfermedades, no sólo algún tipo de meningitis bacteriana.
- La vacuna contra el Haemophilus (vacuna HiB) en los niños ayuda a prevenir un tipo de meningitis.
- La vacuna antineumocócica conjugada es ahora un procedimiento de inmunización de rutina en los niños y es muy eficaz para prevenir la meningitis neumocócica.
- Personas que viajan a destinos donde son comunes los brotes de Meningitis Meningocócica.
- También en personas que viven en dormitorios u otros cuartos cerrados donde se esparce la meningitis Meningitis Meningocócica.
- Personas de edad avanzada, incluyendo aquellos con mieloma múltiple que puedan estar an alto riesgo de meningitis debido a Streptococcus pneumoniae
- Es altamente recomendable que los contactos domésticos y las personas muy cercanas al paciente con meningitis meningocócica reciban tratamiento antibiótico preventivo para evitar infectarse.
- Algunas comunidades realizan campañas de vacunación después de un brote de meningitis meningocócica. Los reclutas militares son habitualmente vacunados contra esta forma de meningitis a causa de su elevada tasa de incidencia.
- Antibióticos preventivos que son dados a los médicos o a los miembros de la familia en contacto cercano con pacientes infectados
- Rutina de vacunación de los niños pequeños con la vacuna del Hib
- Pasteurización de la leche y productos lácteos para prevenir la meningitis debido a Listeria monocytogenes
- Monitorear la infección materna antes y durante la labor de parto para la prevención de la meningitis en los recién nacidos.
- La American Academy of Pediatrics y la American College Health Association recomiendan que los estudiantes universitarios (en especial los estudiantes de primer año que viven en residencias estudiantiles) consideren vacunarse contra la meningitis meningocócica.[1] [2] [3]
Desgraciadamente aún no se dispone de vacuna frente a los gérmenes que ocasionan la meningitis bacterianas frecuentes en nuestro medio: meningococo tipo B. No existe vacunación frente a los virus causantes de meningitis virales.
Actualmente se está trabajando en una vacuna para ayudar a proteger contra la enfermedad Neumococica Invasiva.[3]
Epidemiología
La meningitis afecta a cualquier grupo etáreo, desde neonatos a ancianos.
El cinturón meningítico corresponde a un área en el África subsahariana que comprende desde Senegal (oeste) a Etiopía (este), donde ocurren grandes epidemias de meningitis meningocócica (generalmente coincide con la región de Sahel). Posee una población total estimada de 300.000.000 hab. El mayor brote epidémico ocurrió en 1996, donde cerca de 250.000 casos ocurrieron y 25.000 personas murieron a causa de esta enfermedad.
Referencias
- ↑ a b c d e f g h i j k l m n ñ Meningitis. InfoFamilia. La Meningitis según la Asociación Española de Pediatría (AEP).
- ↑ a b c d e f ¿Qué es la Meningitis?. La Meningitis, como detectarla.
- ↑ a b c d e f g h i j k l Meningitis bacteriana. La Meningitis Bacteriana.
Enlaces externos
- En MedlinePlus puedes encontrar más información sobre Meningitis
- Documento de consenso de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas: Meningitis bacteriana en el adulto, en la web de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas
- Vacunas y diferencia entre viral y bacteriana
- Meningitis Como se contagia, como se previene
- Más datos
- Fundación de Meningitis de América (MFA)
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