Se llama gemelos o mellizos, en medicina humana y veterinaria, a los individuos que resultan de una sola gestación, en aquellas especies en las que el parto no produce habitualmente más que un individuo, como es el caso de la especie humana y la mayoría de las especies de ganado. El término no se usa para las especies en las que el parto múltiple es lo habitual, como perros y gatos. Los gemelos humanos son individuos que comparten el útero en un mismo embarazo, ya que usualmente, aunque no necesariamente, son concebidos a la vez y nacen casi al mismo tiempo. Como distinción, cuando un feto se desarrolla solo en la matriz, que es el caso normal, se dice del embarazo que es simple. Debido al limitado tamaño de la matriz de la madre, los embarazos múltiples tienen menos posibilidades de completar el plazo de una gestación típica, adelantándose el parto en nuestra especie como media a la semana 37, tres antes de lo normal. Como el nacimiento prematuro puede acarrear problemas para los bebés, los nacimientos gemelares son usualmente tratados con especial precaución. Conocimientos adicionales recomendados
Causas y tiposLas circunstancias que conducen, en la especie humana y análogamente en otros animales de gestación simple, a la producción de gemelos, son esencialmente dos, la bipartición temprana de un embrión, o la formación simultánea de dos embriones por fecundaciones distintas. Gemelos monocigóticosEs el caso en que un embrión originado en una fecundación típica, a partir de un único óvulo y un único espermatozoide, se escinde accidentalmente en dos durante las primeras fases de su desarrollo, en un proceso que debe biológicamente considerarse de multiplicación asexual. El resultado puede llegar a consistir en dos embriones viables, llamados gemelos monocigóticos o gemelos univitelinos[1] , por derivar de un solo cigoto, o gemelos idénticos, porque coinciden en todos sus rasgos. La bipartición del embrión se produce acompañando a la proliferación celular, en la que sólo está implicada la mitosis, un proceso de reparto de material hereditario que distribuye copias idénticas de la dotación genética. Como consecuencia, los gemelos monocigóticos comparten inicialmente, de manera absoluta, el 100% de sus genes, aunque pequeñas variaciones genómicas que acompañan al desarrollo de cualquier animal, conducirán a una generalmente imperceptible diferenciación mutua. Sobre todo mientras su crianza se produzca por las mismas personas y en el mismo ambiente, serán indistinguibles para la mayoría de las personas, a veces incluso para sus propios padres. Evidentemente, los gemelos monocigóticos tienen que compartir el mismo sexo. Un caso especial de gemelos monocigóticos es el de los hermanos siameses, que representan el caso, muy improbable, en que la escisión del embrión es incompleta y los dos individuos quedan unidos definitivamente. Los gemelos idénticos suelen compartir placenta, pero si la escisión del cigoto se produce antes del quinto día tras la fecundación (antes de que la placenta haya empezado a formarse), entonces cada embrión tendrá su propio amnios y corión. En este caso se habla de placenta dicoriónica, siendo en realidad dos placentas contiguas o fusionadas. Cuando la escisión se produce más tarde, la placenta ya ha comenzado a formarse, por lo que será única (placenta monocoriónica), compartiendo entonces ambos embriones un corión. En este caso lo más habitual es que aún compartiendo corión cada gemelo tenga su propio amnios.[2] [3] Gemelos dicigóticosSon los que se originan por fecundación separada, y más o menos simultánea, de dos óvulos por dos espermatozoides. Los individuos resultantes son diversamente llamados gemelos dicigóticos, gemelos bivitelinos o gemelos no idénticos. Su grado de identidad genética no es mayor que en dos hermanos nacidos de gestaciones separadas, es decir, comparten estadísticamente el 50% de sus genes. Por supuesto, pueden ser de diferente sexo, y siempre que nacen a la vez una niña o un niño, estamos seguros de que son dicigóticos. Igual que se producen dos, se pueden producir tres fecundaciones simultáneas, con una probabilidad aún menor. La fecundación simultánea es improbable, porque lo previsto en nuestra especie es que sólo un óvulo madure en cada ciclo. Las técnicas de reproducción asistida que se basan en la fecundación in vitro han dado lugar a un aumento notable de los partos múltiples, porque la viabilidad de los embriones es limitada, y este hecho se compensa produciendo varios embriones y realizando su implantación simultánea en el útero. El resultado son los quintillizos y sextillizos que saltan a las páginas de los periódicos. La tendencia es a reducir el número de embriones implantados, a medida que su viabilidad va creciendo con el progreso de las técnicas asociadas. ¿Gemelos o mellizos?Estas dos palabras castellanas son sinónimas, y pueden emplearse para referirse al caso cualquiera que sea el mecanismo implicado. Mellizo es la forma popular, y gemelo la forma culta o técnica. Mellizo procede, pasando por una forma de transición «emellizo», del latín gemellicium, a su vez derivado de gemellus, diminutivo de geminus. En el habla popular de Castilla se encuentran otras formas derivadas de gemellicium, como «melguizo» o «melquizo», o de gemellus, como «melgo», «mielgo» o «enmelgo». Gemelo entró directamente en la lengua culta desde el latín gemellus, estando atestiguado su uso desde 1590, momento a partir del cual los dos términos han coexistido en el idioma como sinónimos. El desarrollo de la embriología y de la citogenética pemitió interpretar, en la segunda mitad del siglo XIX, la naturaleza diversa de los dos mecanismos alternativos que dan lugar a los partos múltiples. Desde que se ha popularizado esta distinción, gracias a la escolarización, se ha producido en el uso popular una frecuente diferenciación de significados entre las dos palabras históricas, haciéndose cada vez más frecuente en la literatura popular de tema médico, y alcanzando ocasionalmente a la literatura más técnica. Cuando se distinguen los dos significados, casi siempre es dedicando el vocablo culto gemelos para los gemelos monocigóticos, y el popular mellizos para los dicigóticos o policigóticos. Esta ultracorrección semántica es admitida, por primera vez y parcialmente, en la última edición del diccionario de la RAE, donde se mantiene la antigua sinonimia de los dos términos, pero, a la vez, en una segunda acepción, se define gemelo como «gemelo originado del mismo óvulo»,[4] y mellizo como «mellizo originado de distinto óvulo.»[5] Las enmiendas propuestas para la 23ª edición equivalen a una asunción completa del cambio de significado, pasando la distinción a ser el fundamento de la acepción principal. ¿Quien es el mayor?Tradicional y legalmente, es mayor el primero en el orden de nacimiento (primogénito). En el Código civil español (art. 31) se lee: «La prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al primer nacido los derechos que la ley reconozca al primogénito.» En el caso de los gemelos dicigóticos, que proceden de dos fecundaciones separadas, aunque generalmente muy próximas o casi simultáneas, el orden del parto no se relaciona de ninguna manera específica con el de la fecundación; ese orden depende de los lugares de anidamiento de los respectivos embriones en el endometrio uterino, y este lugar es aleatorio. Nace primero, en condiciones normales, el que ha crecido más cerca de la salida del útero. Notas
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