El nacimiento prematuro es definido médicamente como el nacimiento ocurrido antes de 37 semanas de gestación. La mayoría de los embarazos duran alrededor de 40 semanas. En Estados Unidos, cerca del 12% de los bebes nacen prematuramente. Mientras más corto es el período del embarazo, más alto es el riesgo de las complicaciones. Lo bebés que nacen en forma prematura tienen un alto riesgo de muerte en sus primeros años de vida. Existe también un alto riesgo de desarrollar serios problemas de salud como: parálisis cerebral, enfermedades crónicas a los pulmones, problemas gastrointestinales, retraso mental, pérdida de la visión y el oído. A pesar que existen varios factores conocidos que llevan al nacimiento prematuro, en casi la mitad de todos los nacimientos de este tipo se desconoce su causa. Cuando las condiciones lo permiten, los doctores pueden intentar detener el trabajo de parto prematuro, para que así el embarazo pueda continuar hasta su término, aumentando así las probabilidades del bebé de sobrevivir con buena salud. Sin embargo, no existen métodos fiables para detener o prevenir el trabajo de parto prematuro en todos los casos. Después de nacer, el bebé prematuro es llevado a Unidad Neonatológica de Cuidados Intensivos. Allí los bebés son puestos en incubadoras, una cuna cerrada en plástico con ambiente controlado diseñada para mantener los bebés tibios y limitar su exposición a gérmenes. En algunos casos se usa una atmósfera enriquecida de oxígeno, aunque se trata de evitar ya que puede causar efectos secundarios dañinos. Los bebés prematuros pueden ser dados de alta del hospital cuando ya no necesitan los cuidados intensivos constantes que el hospital provee. Conocimientos adicionales recomendados
CausasHay muchas causas relacionadas con los nacimientos prematuros. A pesar de ello, la naturaleza de la relación entre las causas y el nacimiento prematuro no están claras.
Véase también: Restricción del crecimiento intrauterino
PrevenciónInvestigaciones han identificado posibles métodos para prevenir el nacimiento prematuro, Pre-eclampsia, ruptura prematura de membranas, y el trabajo de parto prematuro. La investigación sugiere métodos personales de cuidado para reducir infecciones, ayuda nutricional y psicológica, y el control de factores de riesgo del nacimiento prematuro (largas horas de trabajo de pie, exposiciones a monóxido de carbono, abuso doméstico, entre otros). SíntomasLos siguientes síntomas puedes indicar un posible nacimiento prematuro:
TratamientoExisten dos opciones que ayudan a enfrentar el nacimiento prematuro: demorar el nacimiento cuanto sea posible, o preparar la llegada del feto prematuro. Ambas pueden ser usadas simultáneamente. Retardar el nacimiento prematuro es la opción más favorable. Esto da al feto, o los fetos, más tiempo para madurar en el vientre. Existen varias técnicas que ayudan a lograrlo. El primer recurso es reposo absoluto en cama. Mantener una posición horizontal reduce la presión cervical, lo que le permite estar más alargada por más tiempo, reduciendo la irritación uterina producida por movimientos innecesarios, lo que podrían provocar contracciones. Así mismo, hidratación y nutrición adecuadas son importantes: la deshidratación ayuda a las contracciones uterinas prematuras. En el caso de hospitalización, se puede detener el trabajo de parto prematuro simplemente mejorando la hidratación de la madre por medio de suero intravenoso. En el último de los casos, existen medicamentos que evitan las contracciones (tocolíticos), como ritodrina, fenoterol, nifedipino y atosiban. En nacimiento prematuro no siempre puede ser prevenido. Bebés prematuros pueden tener pulmones no desarrollados completamente, por que aún no producen su propio sufractante. Esto puede llevar al desarrollo directo del Síndrome de distrés respiratorio, en el recién nacido. Para reducir el riesgo de su aparición a las madres embarazadas se les administra glucocorticoides, un esteroide que fácilmente atraviesa la placenta y estimula el crecimiento de los pulmones del feto. Glucocorticoides típicos administrados en este contexto son betametasona o dexametasona, cuando el feto ha alcanzado las 24 semanas. en casos donde el nacimiento prematuro es inminente, una segunda dosis de "rescate" se puede administrar de 12 a 24 horas antes del nacimiento anticipado. No existe consenso respecto de la eficacia y los efectos secundarios de esta segunda dosis de esteroides, pero las consecuencias del síndrome de destrés respiratorio que el riesgo de una segunda dosis siempre vale la pena. ConsecuenciasLos niños nacidos con una diferencia de más de 2 semanas antes de las 40 semanas, muestran signos físicos de su nacimiento prematuro y también pueden desarrollar otros problemas como: ictericia, hipoglicemia, hipocalcemia, síndrome de distrés respiratorio, displasia broncopulmonar, hemorragia intracraneal, retinopatía prematura, enterocolitis necrosante y raquitismo. Como la unidades neonatológicas de cuidado intensivo han mejorado con los años, la etapa de gestación menor ha bajado alrededor de 25 semanas (400-500 gramos). Como el riesgo de daño cerebral y desarrollo tardío es alto si es que un bebé sobrevive en este período, existe una controversia ética en cuanto a la agresividad de los cuidados de dicho bebés. Tratamiento en bebés prematurosEl cuidado requerido para bebés prematuros es muy diferente dependiendo de la etapa de gestación, peso al nacer, y madurez general. Medidas que se pueden tomar en bebés extremadamente prematuros incluyen:
Nacimiento prematuro y los padresLos ajustes posteriores a un nacimiento prematuro pueden ser muy difíciles. La unidad neonatológica de cuidados intensivos usualmente es muy intimidante y atemorizadora. Además los padres tienen dificultad para involucrase con el cuidado de sus hijos debido la particularidad de la unidad neonatológica de cuidados intensivos. Esto afecta la transición de los padres hacia la paternidad ya que se ven imposibilitados de cumplir con su rol de padres. Generalmente los nacimientos prematuros vienen acompañados de problemas en la unidad neonatológica de cuidados intensivos, por lo cual los padres deben enfrentar decisiones difíciles en cuanto al cuidado de su hijo. Estudios muestran que la trancición a la paternidad por parte de los padres de bebés prematuros, sigue un curso muy diferente y más largo que el de los padres con bebés no prematuros. En un estudio hecho por Jackson "et al" (2003)[1] se encontró que ambos padres y madres pasan por un proceso de alienación a responsabilidad, luego a confianza, para terminar en familiaridad, aproximadamente en los primeros 18 meses de vida del niño. En un estudio separado realizado por McHaffie[2] se encontró que los padres con bebés de muy bajo peso al nacer (menos de 1500g) siguieron un curso similar pero levemente distinto, debido a que sus bebés están expuestos a más peligro. Las madres van de anticipación angustiante a espera ansiosa, para luego terminar en anticipación positiva mientras el bebé se encuentra en la unidad neonatológica de cuidados intensivos. Después que el bebé sale del hospital, la madre va de ajuste ansioso a acomodación exhausta, y luego cuidado confiado, generalmente este proceso ocurre dentro de los primeros tres meses después de la salida del hospital. Referencias |
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