Una nanobacteria es una posible forma de vida microscópica o microorganismo posiblemente bacteriano de menor tamaño (200 a 300 nm de diámetro). Las nanobacterias fueron descubiertas en 1996 por Olavi Kajander, usándose esta palabra para describir a un nuevo tipo de parásito presente en la sangre humana. No se debe de confundir con los llamados nanobios, que son más pequeños y tienen una morfología diferente. Conocimientos adicionales recomendados
Relación con otros seres vivos y algunas enfermedadesEstas pequeñísimas entidades halladas en el cuerpo humano,son capaces de reproducirse por sí solas y además tienen la habilidad de generar una capa de apatita a su alrededor, y también envolviendo las colonias que forman; posiblemente como manera de protegerse. Dependiendo de las condiciones que se presentan en su crecimiento, son capaces de depositar mineral en forma de capas, como una arenilla o en forma de acumulaciones. Un grupo de investigación ha encontrado nanobacterias en los cálculos renales y en muestras de aneurismas calcificados. Algunos investigadores dicen que esta nueva "forma de vida" podría ser responsable de una amplia gama de enfermedades, entre ellas la calcificación de las arterias durante el envejecimiento. Discusión sobre su existenciaLas nanobacterias se encuentran con las mismas dificultades que los nanobios para explicar su existencia, ya que tamaño no parece ser lo suficiente mente grande para contar con la "maquinaria" necesaria para los procesos bioquímicos requeridos para estar vivas, por lo que oficialmente en la comunidad científica no es aceptada su existencia. Los partidarios afirman que el "crecimiento de las partículas" en un recipiente, al incorporar uridina, uno de los bloques constituyentes del ARN es una prueba de que serían seres vivos; además estas muestras se fijan a unos anticuerpos específicos para detectar nanobacterias.[1] [2] Los que están en contra de que son una forma de vida, dicen que mientras no hayan detectado ADN específico, las pruebas no son concluyentes. Interés comercial sobre los nanobacteriasHa habido un poco de interés recientemente entre las compañías de biotecnología en la aplicación comercial de este tipo de microorganismos, en la utilización de plásticos. Otras empresas han creado filtros que impedirían el paso de estos organismos, aunque los dueños de esta compañía estarían en el mismo grupo que trata de probar su existencia. La supuesta identificación de un nuevo género denominado, tentativamente, como Nanobacterium por investigadores finlandeses [3] , es una muestra de la importancia de confirmar independientemente todo resultado que genere novedad en la comunidad científica. Este descubrimiento generó grandes expectativas al hallarse estructuras similares en meteoritos de Marte .[4] Sin embargo, es notable cómo en la misma revista, dos años después de la publicación original, se ofrece una interpretación alternativa a las conclusiones finlandesas [5] . Irónicamente, el resultado más prometedor que permitía potencialmente llegar a clasificar este nuevo género dentro de las α–proteobacterias[3] , fue reconocido claramente como un error de laboratorio al amplificarse y secuenciarse un gen idéntico al de un contaminante común de la reacción de PCR, Phyllobacterium mysinacearum[5] . Un equipo de investigadores afirma que que la aparente reproducción in vitro de las particulas de nanobacteria es un efecto físico de precipitación espontánea de cristales de apatita, sin embargo, este grupo no usó controles apropiados y utilizó muestras no patológicas, como la placa dental y la saliva[5] . Posteriormente a esta interpretación alternativa, investigadores franceses intentan reproducir los resultados originales sin lograr identificar contundentemente formas de vida en los cultivos que generaban.[6] Esta controversia demuestra la importancia de validar un diseño experimental: juega un papel central en la elaboración y consolidación de las hipótesis y teorías que gobiernan la ciencia. Las nanobacterias y la posible vida extraterrestreLas nanobacterias son similares a las estructuras encontradas en el famoso meteorito de Marte ALH84001, recogido en la Antártida; lo que para algunos astrobiólogos sugiere que podría ser la prueba de la vida en otra época en Marte. Incluso algunos se preguntan si las nanobacterias podrían ser formas de vida extraterrestre. Referencias
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