La parasitología es una rama de la ciencia que estudia el fenómeno del parasitismo. Es decir, estudia a los organismos vivos parásitos[1] eucariotas[2] a excepción de los hongos, ya que el resto de los organismos parásitos (virus, procariotas y hongos) tradicionalmente se consideran una materia propia de la microbiología. Del griego pará παρά (‘a lo largo de’, ‘al lado de’, ‘que no es propiamente’) + sīto σῖτος (‘comida’) + leg/log λεγ‑/λογ‑ [λέγω] (‘decir, razonar’; ‑logíā ‑λογία ‘estudio’), es decir, el estudio del que come lo que no es propiamente de el. La parasitología es una rama de la biología,[3] y concretamente de la ecología, aunque por sus importantes repercusiones en la salud humana y animal, gran parte de la investigación de esta ciencia se centra en sus implicaciones en medicina y veterinaria[4] ya que los parásitos causan enfermedades al hombre, animales y plantas de gran interés sanitario o económico y uno de los objetivos clave es el aprender diagnosticarlas (por ejemplo, a través de un análisis coprológico o inmunológico), curarlas y erradicarlas. Dentro de esta rama de la parasitología sanitaria[5] médica y veterinaria es también el estudio de la epidemiología de estas enfermedades parasitarias, dentro de lo que se puede calificar como parasitología ambiental,[6] ya que estudia los factores que explican la distribución y frecuencia de los parásitos. Conocimientos adicionales recomendados
EpidemiologíaEl efecto de una infección parasitaria se relaciona estrechamente con factores geográficos, sociales, y económicos,[7] de modo que otro de los objetivos de la parasitología recae en el campo de la epidemiología al estudiar la incidencia, morbilidad y mortalidad[8] así como los métodos de control y lucha en contra de los parásitos y sus vectores (organismos parásitos más o menos inocuos "per se", pero que pueden ser transmisores de otros organismos causantes de enfermedades). El objetivo sería el de controlar las poblaciones de estos vectores o proporcionar directrices que permitan solucionar problemas sanitarios y epidemiológicos. Al tratarse de organismos a un tiempo muy simplificados y con interesantes mecanismos para burlar las defensas de su hospedador a menudo los parásitos han recibido atención por parte de la genética o la biología molecular. Asimismo han proporcionado datos para interpretar la evolución de las especies. HistoriaAristóteles (384 – 322 A.C.) describió y clasificó un grupo de gusanos (helmintos) intestinales.[9] Otros como Plinio el viejo y Galeno[10] estudiaron parásitos humanos y animales. Francesco Redi[11] (1686) y luego Lázaro Spallanzani[12] (1729-1799) usaron parásitos como evidencia para refutar la teoría de la generación espontánea. Desde entonces cada parásito tiene su anécdota; a finales del siglo XIX, por ejemplo, se descubrió la malaria y su vector. DefinicionesEl parasitismo es un fenómeno en el que un organismo de una determinada especie amplía su capacidad de supervivencia utilizando a otras especies para que cubran sus necesidades básicas, que no tienen por qué ser necesariamente nutricionales, sino que pueden cubrir campos como la diseminación o ventajas en la reproducción de la especie parásita, etc. Las especies explotadas no obtienen un beneficio significativo por los servicios prestados, y a menudo se ven perjudicadas por ello. La especie que explota a la otra se denomina parásito, y la especie parasitada se llama huésped, hospedador u hospedero. El parasitismo puede darse a lo largo de todas las fases de la vida de un organismo o sólo en periodos concretos de su vida. Una vez que el proceso supone una ventaja apreciable para la especie, queda establecido mediante selección natural y suele ser un proceso irreversible que desemboca a lo largo de las generaciones en profundas transformaciones fisiológicas y morfológicas de la especie parásita. En casos determinados es difícil establecer la diferencia entre el parasitismo y otras relacioens simbióticas como el comensalismo o la foresis. Así por ejemplo, los organismos parasitoides adoptan una relación con su hospedador intermedia entre la depredación y el parasitismo. Como todo parásito sigue siendo un organismo, éste puede verse convertido a su vez en hospedador de una tercera especie. Al parásito que parasita a otro parásito se le denomina hiperparásito. La irrupción o presencia de un parásito no bacteriano o vírico en otro organismo se llama infección si se trata de un endoparásito y se denomina infestación si es un ectoparásito. En el lenguaje aplicado de la medicina y la veterinaria se llama parasitosis a las infecciones o infestaciones por parásitos, es decir, las enfermedades parasitarias. Véase tambiénParasitismo Enlaces externos
Referencias
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