Conocimientos adicionales recomendadosSe compone de un tubito (el catéter en si) y de un reservorio de silicona, que se palpa bajo la piel y que es lo que se pincha con unas agujas especiales, acodadas llamadas Gripper. Para el mantenimiento del reservorio, se debe acudir al médico, una vez cada 20 días, para introducir una heparina de "sellado" que evite trombos. Riesgos Infección - una severa infección bacteriana puede comprometer al paciente y al aparato, se requerirá retirarlo mediante una cirugía, la infección pondra la salud del paciente en juego y lo debilitará, en algunos casos se produce una bacteriemia[1]o hasta una septicemia
Trombosis - la formación de un coágulo de sangre en el catéter puede bloquear el dispositivo de forma irreversible. Para prevenir estos coágulos es necesaria la aplicación de suero salino o heparina, bajo supervisión médica profesional al menos una vez cada cuatro semanas. En caso de que se este administrando medicamentos por este dispositivo se recomienda que se aplique la heparina cada quince o veinte dias.
Fallo mecánico - Raro es el caso. Es posible que parte del sistema pueda romperse y quede alojado en el sistema circulatorio. En tal caso esto es poco probable que cause un daño serio.
Infantes - Si el aparato es introducido en un niño habrá que retirarlo o reemplazarlo conforme va creciendo el niño ya que puede quedar corto y podría moverse de la parte inferior a la parte superior de la vena cava[2]
Daño arterial - La arteria subclavia[3] puede ser pinchada inadvertidamente. Esto puede provocar un hematoma subcutaneo y ocasionalmente un pseudoaneurisma. Categoría: Catéter |
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