El signo de Babinski es la extensión dorsal del dedo gordo del pie y generalmente acompañado de la apertura en abanico de los demás dedos en respuesta a la estimulación plantar del pie, signo característico de lesión del tracto piramidal.[1] Conocimientos adicionales recomendados
ManiobraSe produce raspando con un objeto romo que produza una molestia moderada (sin llegar a ser dolor) por el borde externo de la planta del pie, desde el talón hacia los dedos, tomando una curva a nivel de los metatarsianos. La respuesta normal sería la flexión plantar de los dedos, pero si el reflejo de Babinski es positivo se obtiene una flexión dorsal o extensión del primer dedo y una apertura en abanico del resto de dedos (del segundo al quinto). Este reflejo no nos sirve en niños de 0 a 1 años.[2] Como con el resto de los signos de lesión del tracto piramidal, existe cierto grado de parálisis espástica, hipertonía, pérdida del tono de reflejo profundo del tendón e hiperactividad de reflejos abdominales y cremasterianos. HistoriaEl fenómeno fue descrito por primera vez relacionado a perturbaciones del sistema nervioso central de origen medular o cerebral, el 22 de febrero de 1896[3] por el médico franco-polaco Joseph-François-Félix Babinski.[4] Véase tambiénReferencias |
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