La toxocariasis es una infección zoonótica cosmopolita causada por los gusanos nematodos parásitos Toxocara canis y Toxocara cati, proveniente de perros y gatos respectivamente. Debido a que el hombre no es el huésped definitivo del gusano, las larvas son incapaces de madurar en él, lo que hace que migren erráticamente por todo el cuerpo causando reacciones inflamatorias. De allí el nombre de larva migrans viceral.
Conocimientos adicionales recomendados
Epidemiología
La toxocariasis ocurre en todo el mundo siendo mucho mayor su incidencia en áreas rurales y países tropicales.[1] Es más frecuente en niños y niñas de edades entre 2-7 años.
Riesgo
- El estar expuesto a tierra o arena contaminada.
- Presencia de perros y gatos en condiciones de malos hábitos higiénicos.
- Geofagia (pica) entre el 2-10% de los niños entre las edades de 1-3 habitúan a la geofagia.
Patología
- Granulomas en particular hígado, pulmón, cerebro y ganglios. El parásito se dispone en el centro del granuloma, rodeado por eosinófilos y macrófagos. En la periferia del granuloma se pueden encontrar histiocitos grandes, dispuestos en empalizadas, formando los gigantoncitos y fibras colágenas concéntricas envolviendo a las células inflamatorias, las que posteriormente, se calcifican.
- En ojos, causa endoftalmitis y lesiones granulomatosas frecuentes en la parte posterior del ojo y visibles en el fondo de ojo. El desprendimiento de retina, opacificación del humor vítreo y tumor fibrótico (con compromiso visual parcial) son algunas complicaciones en casos crónicos.
Sintomatología
Tratamiento
- Mebendazol
- Casos severos, Tiabendazol o Albendazol
- Quimoterapia es usada para toxocariasis hepática, pulmonar u ocular
Profiláxis
- Tratar a los infectados y a los animales domésticos que le rodea
- Aseo de las manos y cuerpo
- Control de rutinas desparasitarias en perros y gatos
- Mejoría de las condiciones socioeconómicas
- Educación sanitaria
- Reducción de las tasas de perros de la calle.
Referencias
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