Un nuevo protocolo de vacunación de la hepatitis A para evitar virus resistentes a la vacuna
En el artículo han participado los profesores Aurora Sabrià, Albert Bosch, Susana Guix y Rosa Maria Pintó, del Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Facultad de Biología de la UB.
Variantes antigénicas del virus de la hepatitis A
La hepatitis A es una inflamación del hígado causada por un virus. La sintomatología es relativamente leve y suele desaparecer a las pocas semanas, pero en algunos casos la enfermedad puede durar meses. Entre los grupos más afectados por esta enfermedad destacan los hombres que tienen relaciones sexuales de riesgo con otros hombres (MSM, del inglés men-having-sex-with-men).
En este estudio se han analizado muestras de pacientes MSM, tanto no vacunados como vacunados, que se contagiaron durante un brote de hepatitis A en Barcelona (2016-2018). El objetivo era estudiar la evolución del virus y comprobar si pueden emerger variantes que escapen a los efectos de la vacuna. «Hemos identificado variantes antigénicas tanto en pacientes vacunados como no vacunados, pero solo en los primeros estas variantes aumentan en número, circunstancia que sugiere su selección positiva», explica Rosa Maria Pintó.
La aparición de variantes antigénicas del virus de la hepatitis A podría convertirse en una amenaza para la salud pública y tener consecuencias en la futura utilidad de las vacunas disponibles actualmente. «Si se selecciona una variante que escapa a la vacuna, esta dejaría de ser efectiva. El estudio demuestra que, en situaciones como la causada por la escasez de vacunas, eso puede pasar», destaca la investigadora.
Revisar la praxis de vacunación
En algunos países, el control de brotes recientes de hepatitis A se ha visto obstaculizado por la baja cobertura de la vacunación y por la escasez de vacunas, lo que ha obligado a las administraciones a implementar restricciones en el número de dosis suministradas.
Durante el brote, esas restricciones afectaron especialmente a las personas del grupo MSM. «Si se dan pocas dosis de vacuna, o si las dos dosis habituales se administraron hace mucho tiempo, o se administra la vacuna a pacientes que se contagiaron hace semanas, se pueden seleccionar variantes del virus que escapan al efecto de la vacuna. Esto es especialmente relevante en el grupo MSM, dado que la dosis de virus que se transmiten a través de prácticas sexuales de riesgo son muy altas, y los anticuerpos circulantes no son suficientes para neutralizar el inóculo o los primeros virus producidos», explica Rosa María Pintó.
En este sentido, los investigadores recomiendan administrar dos dosis de la vacuna y, en algunas situaciones definidas en la publicación, dar una dosis de recordatorio adicional.
Además de precisar el protocolo de vacunación, la experta destaca que se debería «trabajar con el fin de tener vacunas más fáciles de obtener para que no haya escasez y no se tenga que reducir el número de dosis».