Un aire más limpio como resultado del bloqueo del coronavirus

Los cierres a principios del verano de 2020 hicieron que la cantidad de hollín en la atmósfera, perjudicial para el clima y la salud, se redujera casi a la mitad

11.08.2022 - Alemania

Durante el primer cierre de la pandemia de coronavirus, las concentraciones de hollín en la atmósfera sobre Europa occidental y meridional se redujeron casi a la mitad. Así se desprende de la comparación de dos campañas de medición realizadas por el avión de investigación alemán HALO en 2017 y 2020. Un nuevo estudio sugiere que alrededor del 40% de la reducción puede atribuirse a la disminución de las emisiones antropogénicas. Estos resultados reflejan el gran impacto de la actividad humana en la calidad del aire y la importancia del hollín como importante contaminante atmosférico y motor del clima en el Antropoceno, escriben los investigadores del Instituto Max Planck de Química, la Universidad de Bremen, la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, el Centro Aeroespacial Alemán, la Universidad de Leipzig y el Instituto Leibniz de Investigación Troposférica (TROPOS), en la revista especializada Atmospheric Chemistry and Physics (ACP).

DLR

El avión de investigación HALO despegó en un espacio aéreo casi vacío durante el cierre de Corona en mayo de 2020. La aeronave investigó la influencia de la movilidad limitada en la calidad del aire durante la campaña de investigación Bluesky.

Durante los cierres de COVID-19 a principios de 2020, el equipo de investigación sobrevoló países como Alemania, los Estados del Benelux, el Reino Unido, Francia, España e Italia, es decir, amplias zonas de Europa central, occidental y meridional. En el marco de la campaña BLUESKY, registraron la masa y la concentración de partículas de hollín en la troposfera inferior, con la ayuda del avión de investigación HALO (High Altitude and Long Range), tanto en el plano horizontal como en el vertical. A continuación, el equipo comparó los resultados con las mediciones de julio de 2017. En ese momento, los investigadores investigaron la región en condiciones "normales", previas al coronavirus, como parte de la campaña EMeRGe de la UE.

La comparación muestra una mejora significativa de la calidad del aire como resultado de la pandemia. Por término medio, la cantidad de hollín en la troposfera inferior del sur y el oeste de Europa se redujo en un 41%. Esta enorme cifra se verificó con la ayuda de datos de tráfico e información sobre el consumo de combustible durante los periodos de cierre. Los investigadores atribuyen este descenso a dos factores principales: los esfuerzos que se están realizando para reducir las emisiones de hollín en Alemania y Europa (entre el tres y el nueve por ciento), así como la limitación de los desplazamientos como consecuencia de los cierres por la pandemia, que supuso entre el 32 y el 38 por ciento. Los datos de la comparación también se introdujeron en un modelo del sistema terrestre para establecer cuáles podrían ser los efectos de la reducción de las emisiones de hollín en Europa sobre el clima a largo plazo.

El hollín es perjudicial para la salud y contribuye al calentamiento global

El trasfondo es que el hollín cerca del suelo no es sólo un componente especialmente dañino de las partículas finas. En la atmósfera, las diminutas partículas contribuyen al calentamiento global, ya que se calientan debido a su superficie de color oscuro y liberan calor en su entorno. Pero a diferencia de los gases de efecto invernadero de larga duración, como el dióxido de carbono, el hollín es de corta duración y sólo permanece en la atmósfera de unos días a semanas.

"La reducción de las emisiones de hollín como resultado de una menor quema de combustibles fósiles como el gasóleo, el carbón, el petróleo y la madera también mejoraría la salud de millones de personas con relativa rapidez. Nuestras mediciones y los cálculos de los modelos también muestran que una menor cantidad de hollín en la atmósfera contribuye de forma importante a frenar el cambio climático", explica Mira Pöhlker, de TROPOS, en Leipzig. La científica atmosférica, que también investiga en el Instituto Max Planck de Química de Maguncia, espera que se mantengan algunos cambios de comportamiento del periodo de la coronavirus, como el aumento de las videoconferencias, el trabajo desde casa y la consiguiente reducción de vuelos y desplazamientos. "Creo que la pandemia ha sido el detonante de un cambio de tendencias".

Pöhlker y su equipo están trabajando actualmente en un nuevo estudio y también incorporando a psicólogos. Quieren averiguar si ofertas como el billete alemán de 9 euros podrían provocar un cambio duradero en el comportamiento de los viajeros. "Además de una reducción general del tráfico, es importante incentivar el uso de medios de transporte con menos emisiones. En mi opinión, el transporte público fuertemente subvencionado es un estímulo importante, y ahora hay que cuantificar su efecto sobre la contaminación atmosférica."

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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