Una vida dedicada a la química
El científico español Avelino Corma recibe el Premio Inventor Europeo a Toda una Vida
EPA
Por su notable carrera de más de tres décadas, la Oficina Europea de Patentes (OEP) ha anunciado que Corma ha sido galardonado con el Premio al Inventor Europeo 2023. La OEP rendirá homenaje a su labor durante la ceremonia que se retransmitirá en directo desde Valencia el 4 de julio a las 12.00 horas.
Optimización de las reacciones químicas
Los catalizadores se utilizan en procesos químicos con diversos fines, entre ellos mejorar la eficiencia y la limpieza medioambiental de las reacciones químicas en todas las industrias. La mayor parte de los logros de Corma se han obtenido gracias, en parte, al desarrollo de zeolitas sintetizadas. Las zeolitas son materiales cristalinos compuestos de silicio, aluminio y oxígeno. Actúan como una esponja con agujeros muy pequeños que atrapan pequeñas moléculas para que se produzca una reacción química específica. Aunque algunas zeolitas se producen de forma natural, se pueden crear "catalizadores selectivos" para moléculas de un tamaño determinado.
Aunque teóricamente es posible sintetizar millones de estructuras de zeolitas, hasta la fecha sólo se han desarrollado unas 300. Aproximadamente una quinta parte de las zeolitas que se sintetizan en la actualidad son catalizadores selectivos. Aproximadamente una quinta parte de ellas han sido desarrolladas por Corma y sus colegas del ITQ (UPV-CSIC), lo que sitúa firmemente a este grupo de investigación, con sede en Valencia, como una autoridad.
La primera zeolita sintética de Corma se desarrolló en 1989. Producía un combustible con mejor kilometraje, menos emisiones de carbono en climas más cálidos y una mayor capacidad para soportar la compresión en un motor. Desde entonces, sus catalizadores sintéticos han beneficiado inconmensurablemente a la industria y la sociedad. Sus trabajos se han utilizado, por ejemplo, en la generación de energía a partir de biomasa o en la eliminación de NOx para atajar la contaminación atmosférica, y han tenido un impacto positivo en una amplia gama de industrias, como la del refinado y la petroquímica, la farmacéutica y la cosmética. Hasta la fecha, Corma tiene casi 200 solicitudes de patentes europeas y más de 50 de sus patentes han sido licenciadas por empresas internacionales.
Un legado químico más ecológico
Tras crecer en Moncofa, un pequeño pueblo agrícola de Castellón (España), el talento de Corma quedó patente muy pronto y dejó atrás esa vida rural para matricularse en la Universidad de Valencia. Comenzó sus estudios de química en 1967 y los continuó durante más de una década, incluyendo un postdoctorado en la Queen's University de Canadá. En 1979 empezó a trabajar como investigador en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y en 1987 se convirtió en catedrático.
Desde entonces, Corma ha dirigido investigaciones sobre catálisis heterogénea en el mundo académico y en el sector privado, en colaboración con varias empresas. Trabajó en aspectos fundamentales de la catálisis ácido-base y redox para comprender la naturaleza de los sitios activos y los mecanismos de reacción. Basándose en estos aspectos, desarrolló catalizadores utilizados comercialmente en varios procesos industriales actuales, como la reducción de emisiones contaminantes de vehículos y fábricas, la mejora de los alimentos, la purificación del agua, los procesos de refinado del petróleo, la producción de medicamentos y, en general, el desarrollo de una industria química más ecológica. La primera zeolita de Corma fue lanzada al mercado por la compañía petrolera española CEPSA (Compañía Española de Petróleos, S.A.U.) y la empresa química alemana Süd-Chemie AG (ahora Clariant) bajo la marca HYSOPAR. Desde entonces, se ha adoptado en más de 20 refinerías de todo el mundo para mejorar su eficiencia.
Entre sus hitos más importantes, Corma cofundó el Instituto de Tecnología Química (ITQ, UPV-CSIC) en Valencia (España) en 1990 para profundizar en la investigación científica química, centrando sus investigaciones en cuatro áreas principales: energía, sostenibilidad, salud y agua. Desde entonces, el ITQ se ha convertido en un centro de referencia internacional en las áreas de catálisis, nuevos materiales y fotoquímica. Corma considera que su trabajo allí es un legado que puede dejar a varias generaciones y subraya la importancia de estar dispuesto a seguir tus instintos para hacer descubrimientos pioneros: "En este campo, al no estar basado en una teoría que pueda predecir lo que vas a obtener, un punto clave era tener una buena imaginación, ideas buenas yoriginales".
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