WACKER recibe un premio a la innovación por su proceso optimizado de fabricación de polisilicio
El grupo químico muniqués WACKER ha concedido el Premio Alexander Wacker a la Innovación de este año a un equipo de proyecto de Burghausen. El premio se concedió por las mejoras introducidas en el proceso de fabricación de polisilicio, que aumentan aún más la eficiencia de la producción. Paul Bönisch, Markus Wenzeis y su equipo consiguieron optimizar el sistema de control de modo que los parámetros de deposición de polisilicio pueden ajustarse en tiempo real. La modificación flexible de las condiciones del proceso permite optimizar el crecimiento de las barras de polisilicio. El premio, dotado con 10.000 euros, se entregó el pasado viernes durante las Jornadas de la Innovación de WACKER, celebradas en la sede de la empresa en Burghausen.
Christian Hartel, CEO de WACKER (izquierda) y Angela Wörl, miembro de la Junta Directiva (derecha), entregan el Premio Alexander Wacker a la Innovación de este año a Paul Bönisch (segundo por la izquierda) y Markus Wenzeis (segundo por la derecha) de WACKER POLYSILICON.
WACKER
WACKER produce polisilicio mediante el llamado "proceso Siemens", que consiste en introducir triclorosilano gaseoso en reactores a una temperatura de unos 1.000 °C, momento en el que el polisilicio ultrapuro se deposita en varillas de siembra. Al cabo de varios días, cuando las varillas han alcanzado el diámetro deseado, los reactores se apagan y se abren, y las varillas de polisilicio se extraen y se rompen en trozos más pequeños. A continuación, se someten a un complejo proceso adicional de limpieza para aplicaciones en semiconductores. Una vez terminados y empaquetados, los trozos de polisilicio se envían a los clientes, fabricantes de obleas solares y semiconductores de todo el mundo.
Hasta ahora, el proceso de deposición se controlaba según parámetros establecidos convencionalmente. Gracias a una nueva configuración basada en sensores, Paul Bönisch, Markus Wenzeis y su equipo han podido optimizar la programación del sistema de control del proceso mediante el análisis detallado de datos recogidos exhaustivamente. Esto significa que ahora es posible ajustar las condiciones del reactor en tiempo real. Se puede mejorar la eficacia de todo el proceso y estabilizar aún más la calidad del producto final. Además, el proceso de producción es mucho más sostenible. "Con este enfoque pionero, reforzamos nuestra posición de líder tecnológico y de mercado en la producción de polisilicio ultrapuro. Al mismo tiempo, el nuevo proceso supone una importante contribución a la consecución de nuestros objetivos de reducción de CO2 ", afirmó Angela Wörl, miembro de la Junta Directiva de WACKER, en su discurso inaugural.
Gracias a su innovador enfoque de la optimización de la fabricación de polisilicio, el equipo de Burghausen logró imponerse a una fuerte competencia. Este año, 24 equipos de China, Alemania, Corea del Sur, la República Checa y Estados Unidos participaron en la competición por el Premio a la Innovación.
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