Cómo las ciudades verdes podrían eliminar CO2 de la atmósfera
Una gigatonelada al año a mediados de siglo: un estudio determina los potenciales, diversos cobeneficios y posibles obstáculos a la aplicación
"El potencial de eliminación de carbono en las ciudades es significativo, pero en última instancia, también es limitado", resume Quirina Rodríguez Méndez, estudiante de doctorado en el MCC y autora principal del estudio. "Desde una perspectiva global, una gigatonelada es sólo alrededor de una quinta parte de las emisiones urbanas deCO2 previstas para 2050; por tanto, la neutralidad climática urbana a mediados de siglo sólo es realista en ciudades con reducciones de emisiones especialmente ambiciosas. Nuestro estudio puede apoyar la neutralidad climática local arrojando luz sobre el abanico de prometedoras estrategias de eliminación disponibles".
Según el metaestudio, que identifica y resume las principales conclusiones de 700 artículos individuales identificados sistemáticamente, la eliminación de una gigatonelada deCO2 es técnicamente factible, por ejemplo, mediante: (1) la adición de un 4% de biocarbón al cemento como material de construcción en la edificación urbana, o el uso de madera como material de construcción para nueve de cada diez casas nuevas; además, (2) la devolución de un tercio de todos los céspedes de la ciudad a paisajes arbolados; (3) la mezcla de biocarbón en el suelo de los espacios verdes urbanos, los árboles de las calles y los jardines de las azoteas en proporciones que oscilan entre el 2.(4) equipar el 15% de los edificios comerciales con pequeños filtros de aire que extraigan el gas de efecto invernadero del aire interior, especialmenterico en CO2, de las estructuras urbanas.
El equipo de investigación subraya que estas formas de eliminación descentralizada del carbono conllevan importantes beneficios colaterales, además del efecto de protección del clima, para la calidad del medio ambiente, la salud y el bienestar humanos, así como para el desarrollo económico. Esto se corrobora y se estima cuantitativamente para cada uno de los cuatro métodos de eliminación analizados (es decir, sustitución de materiales de construcción, plantación de árboles, enriquecimiento del suelo y filtros de aire). Asimismo, el estudio analiza sistemáticamente los posibles obstáculos a la aplicación y deriva recomendaciones políticas.
En otra sección, el estudio evalúa la posibilidad de utilizar pigmentos de colores especiales y materiales superficiales para mejorar el albedo (es decir, la reflectividad) de tejados, fachadas, aceras y carreteras. Esto tendría un efecto refrescante en las islas de calor urbanas y ahorraría energía al reducir la necesidad de aire acondicionado. Por ejemplo, los "tejados frescos" podrían reducir la temperatura ambiente entre 1,4 y 4,7 grados, según la latitud. En el futuro desarrollo urbano, estas estrategias podrían ir de la mano de medidas para eliminar elCO2.
"Las ciudades son buenos lugares de ensayo para la protección del clima, ya que las autoridades están más cerca de los ciudadanos locales y de otras partes interesadas", destaca Felix Creutzig, responsable del grupo de trabajo Uso del Suelo, Infraestructuras y Transporte del MCC y coautor del estudio. "Las soluciones climáticas a nivel local suelen ridiculizarse por irrelevantes, pero gran parte de lo que se inventa y ensaya localmente puede trasladarse a otras ciudades y tener un impacto global. Nuestra primera estimación en volumen de la eliminación urbana de carbono ilustra este punto: la política urbana a pequeña escala puede producir resultados impresionantes para la protección del clima y la mejora de la calidad de vida."
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