Un nuevo proceso de reciclado de poliestireno podría ser el primero del mundo económico y energéticamente eficiente

Un método químico para tratar los envases difíciles de reciclar y reducir los residuos en vertederos

24.05.2024
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Unos ingenieros han diseñado una nueva forma de reciclar el poliestireno que podría convertirse en la primera manera viable de reutilizar este material. El equipo de ingenieros químicos de la Universidad de Bath (Reino Unido) y el Instituto Politécnico de Worcester (Massachusetts, EE.UU.) afirma que su técnica podría ser la primera en conseguir que el reciclado del poliestireno sea económicamente viable y energéticamente eficiente.

Explicada en un nuevo trabajo de investigación publicado en la revista Chemical Engineering Journal, la técnica utiliza un proceso químico llamado pirólisis para descomponer el poliestireno en partes que pueden reformarse en nuevas piezas del material.

El Dr. Bernardo Castro-Dominguez, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Bath y codirector del Centro de Diseño y Fabricación Digital (dMaDe), afirma: "Las técnicas de reciclado químico son uno de los principales focos de atención de la ingeniería química en la actualidad, y se necesitan urgentemente métodos rentables y energéticamente eficientes para descomponer los plásticos en sus componentes básicos, como el poliestireno".

"En la actualidad se recicla menos del 5% del poliestireno; nuestro trabajo demuestra que hasta el 60% de todo el poliestireno que se utiliza hoy en día podría sustituirse por estireno reciclado químicamente".

El doctor Michael Timko, catedrático de Ingeniería Química del Instituto Politécnico de Worcester, añade: "Nuestro análisis revela que el poliestireno es un candidato ideal para un proceso de reciclado químico. Sorprendentemente, el proceso es eficiente desde el punto de vista energético y potencialmente competitivo desde el punto de vista económico. En términos de emisiones, invertir en este proceso tiene el potencial de ser equivalente a medidas sencillas como el ahorro energético en cuanto a la cantidad de reducción de emisiones que puede conseguirse por una inversión determinada."

El poliestireno puede reciclarse químicamente mediante calor, pero los tratamientos repetidos degradan el material, haciéndole perder resistencia y flexibilidad. Dado que este proceso requiere instalaciones especializadas, la mayoría de los centros de reciclaje no aceptan poliestireno y, debido a su volumen, los elevados costes de transporte hacen que rara vez se traslade a estas instalaciones. En consecuencia, en la actualidad se recicla muy poco poliestireno.

La pirólisis consiste en exponer un material a temperaturas muy elevadas (más de 450°C) en una cámara sin oxígeno, lo que significa que no puede inflamarse. En su lugar, el poliestireno se descompone en partes conocidas como monómeros, que pueden purificarse y reconstituirse posteriormente en poliestireno virgen. Para producir un kilogramo del nuevo material se necesitan menos de 10 megajulios de energía, lo suficiente para alimentar un microondas normal durante unos 30 minutos.

El proceso identificado implica un reactor de pirólisis, un intercambiador de calor y un par de columnas de destilación, que separan las partes del poliestireno en estireno de "grado monómero" -la parte que puede reformarse en poliestireno- y subproductos similares al petróleo "ligeros" y "pesados", que pueden reutilizarse de otras formas.

El proceso tiene un rendimiento del 60%, lo que significa que si se utilizara 1 kg de poliestireno usado, quedarían 600 gramos de estireno de grado monómero con una pureza del 99% disponible para generar poliestireno nuevo, reduciendo así el uso de combustibles fósiles. Este trabajo también destaca los beneficios medioambientales, señalando que el coste de disminuir la cantidad de emisiones de carbono mediante la aplicación de este proceso es de aproximadamente 1,5 dólares por tonelada deCO2, considerablemente inferior al de muchos otros procesos de reciclado.

Los investigadores afirman que las políticas para incentivar a los consumidores a reciclar el poliestireno, o desviarlo de los vertederos, contribuirían a hacer el proceso aún más atractivo desde el punto de vista económico.

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