Qué enfoques de investigación e innovación pueden ayudar a la UE a lograr un suministro sostenible de materias primas críticas
Tres conjuntos de medidas para una mayor independencia en el mercado de materias primas
La Unión Europea se enfrenta al reto de garantizar un suministro sostenible de materias primas críticas como el fósforo, el helio y el magnesio. La clasificación de una materia prima como crítica depende de su importancia económica y del riesgo de que se interrumpa su suministro ("riesgo de suministro"). Las materias primas que sólo pueden extraerse en algunos países concretos tienen un mayor riesgo de suministro. La importancia económica es especialmente alta, por ejemplo, cuando no hay materias primas alternativas disponibles para determinados productos o aplicaciones.
En la UE, 34 materias primas se consideran actualmente críticas ("Critical Raw Materials", CRM). Se prevé que la demanda aumente en el futuro, especialmente en el caso de las 17 denominadas materias primas estratégicas (CRM), por lo que pueden surgir importantes dificultades de suministro, por ejemplo en el caso del cobalto y el litio.
La Unión Europea ya ha puesto en marcha varias iniciativas para hacer frente a los retos que plantean las materias primas críticas: Se vigilan los riesgos de abastecimiento y se analizan las posibles consecuencias de los cuellos de botella en el suministro para poder adoptar medidas políticas que los contrarresten. En mayo de 2024 entró en vigor una nueva normativa: La "Ley de Materias Primas Críticas" establece varios objetivos, por ejemplo, el 10% de la demanda de materias primas estratégicas de la UE debe extraerse, el 40% procesarse y el 25% reciclarse en la UE.
Para alcanzar estos objetivos se necesitan más conocimientos y nuevas tecnologías. Por ello, el Grupo del PE para el Futuro de la Ciencia y la Tecnología (STOA) ha encargado un estudio que arroje luz sobre el papel de la investigación y la innovación (I+i) en este contexto. En él han participado investigadores del Instituto Fraunhofer de Investigación en Sistemas e Innovación (ISI), el Instituto de Evaluación Tecnológica de la Academia Austriaca de Ciencias, el Instituto Noruego de Investigación sobre Sostenibilidad (NORSUS) y el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT).
El estudio muestra claramente que aún son necesarios grandes esfuerzos en investigación e innovación para mejorar la posición de la UE en relación con las materias primas críticas. Es necesario investigar en diversos ámbitos a lo largo de las cadenas de suministro y de valor: Por ejemplo, en la exploración de yacimientos de materias primas, el desarrollo de métodos de extracción más ecológicos y seguros, el establecimiento de nuevos métodos en el procesamiento y la producción con respecto a la eficiencia y la economía circular y para un reciclaje más exhaustivo de las materias primas.
Aunque los recursos de materias primas de la Unión Europea son limitados en comparación con los estándares internacionales, ocupa una posición destacada en el ámbito de la investigación y la innovación. Para reducir o evitar la dependencia económica y política de los países más ricos en materias primas, la UE debe seguir ampliando su liderazgo tecnológico en estos ámbitos. Para lograrlo, debe invertir en investigación y en reforzar las empresas de las cadenas de valor mundiales. Un primer paso debe ser la ampliación de las capacidades de seguimiento y análisis. Según el estudio, la inversión en investigación sobre materias primas debería corresponderse con la de otras tecnologías clave.
Además de estas cuestiones tecnológicas, las ciencias sociales deben desempeñar un papel central en la investigación sobre materias primas: Y es que los proyectos mineros o los nuevos centros de producción suelen encontrar resistencia debido a preocupaciones medioambientales y sociales. Esto se aplica por igual a las actividades dentro y fuera de la UE. Los procesos de participación y los enfoques para resolver conflictos podrían ayudar a acompañar las controversias sociales y establecer normas globales para una extracción de materias primas más justa desde el punto de vista social.
Tres conjuntos de medidas para una mayor independencia en el mercado de materias primas
Para su estudio por encargo de la STOA, los investigadores identificaron tres conjuntos de medidas y evaluaron las distintas opciones políticas en función de diversos factores como costes, beneficios, aceptación social y viabilidad.
El primer conjunto de medidas incluye acciones para reforzar las capacidades de investigación e innovación dentro de la UE. Las instituciones de la UE encargadas de aplicar la Ley de Materias Primas Críticas necesitan recursos adicionales para evaluar las materias primas críticas y supervisar las cadenas de suministro. Además, las empresas y los proveedores de tecnología necesitan apoyo para desarrollar soluciones competitivas para el mercado mundial de materias primas.
El segundo conjunto de medidas está dirigido a la cooperación internacional. Los investigadores subrayan que Europa debe trabajar con los mejores, tanto si ya es líder en un área como si necesita ponerse al día. Parece aconsejable una cooperación más intensa con EE.UU., Japón, pero cada vez más también con China, así como reforzar los esfuerzos conjuntos dentro de Europa.
El tercer conjunto de medidas trata de la legitimidad de los proyectos a lo largo de las cadenas de suministro. Evalúa las opciones políticas de actuación para investigar las causas de los conflictos locales y desarrollar conjuntamente soluciones. La investigación y la innovación pueden ayudar a encontrar formas de crear valor de manera socialmente responsable y sostenible.
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