La inflamación de tipo dos podría ser buena para el vientre, pero mala para el hígado

La inmunidad de tipo 2 es protectora en la enfermedad metabólica, pero empeora la NAFLD en colaboración con TGF-β

29.06.2017 - Estados Unidos

Una respuesta inflamatoria, que en otro momento se creyó que podría ayudar contra la obesidad, podría agravar la enfermedad hepática grasa no alcohólica (NAFLD, por sus siglas en inglés), por lo que nuevos hallazgos sugieren es posible que algunos tratamientos específicos para el síndrome metabólico necesiten una reevaluación.

Credit: Carla Schaffer / K.M. Hart et al. / AAAS

Infographic explaining how different types of inflammation are related to obesity and non-alcoholic fatty liver disease; Figure 7C, Biopsy samples from non-alcoholic fatty liver disease patients showing immune cell infiltration (arrows).

La NAFLD es el tipo más común de enfermedad hepática progresiva en los países desarrollados y la segunda indicación principal para trasplante de hígado. Es más, los costes médicos directos asociados a la NAFLD ascienden a un total de 103 000 millones de dólares cada año en los Estados Unidos, y no hay medicamentos aprobados para tratar a los 64 millones de personas en la nación que viven con esta condición. Dado que obesidad, NAFLD e inflamación están estrechamente relacionadas, los esfuerzos en curso han intentado desarrollar intervenciones diseñadas para modular las respuestas inmunitarias de los individuos afectados.

Existen múltiples tipos de inflamación y el tipo 1 se ha relacionado con la resistencia a la insulina en la obesidad, mientras que el tipo 2 se cree que mantiene la señalización metabólica sana en los tejidos grasos (además de proteger el cuerpo contra gusanos parásitos). En esta ocasión, Kevin Hart y sus colegas han realizado un descubrimiento inesperado: la predisposición genética hacia la inflamación de tipo 1 protege a los ratones contra la fibrosis hepática derivada de la NAFLD, resultante del consumo de una dieta rica en grasas. Sin embargo, sorprendentemente Hart et al. encontraron evidencias de inflamación de tipo 2 en muestras de biopsia de 56 pacientes humanos con fibrosis hepática grave derivada de la NAFLD. Una terapia antiinflamatoria llamada bloqueo de TGF-β redujo los marcadores de la fibrosis asociada a la NAFLD en ratones alimentados con una dieta rica en grasas, pero aumentó la inflamación de tipo 2 en el hígado de los animales. Los autores afirman que los signos de inflamación de tipo 2 en el hígado podrían utilizarse como indicadores clínicos para predecir el progreso de la NAFLD.

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