Sorprendente descubrimiento: Los investigadores descubren un cuasicristal líquido con un patrón de mosaico dodecagonal
"Nunca se había visto un material así": Las aplicaciones potenciales son prometedoras
Un equipo de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (MLU), la Universidad de Sheffield y la Universidad Jiaotong de Xi'an ha descubierto un inusual cuasicristal. Tiene una estructura de panal dodecagonal nunca vista hasta ahora. Hasta ahora, sólo se conocían cuasicristales similares en estado sólido, no líquido. El equipo presenta sus resultados en la revista científica "Nature Chemistry".
Ilustración de cuasicristales líquidos formados por dodecágonos
Zeng et al / Nature Chemistry
Los cuasicristales tienen una estructura especial. Tienen un patrón regular similar al de los cristales normales, pero en éstos la disposición de los componentes individuales se repite una y otra vez a intervalos regulares. En el caso de los cuasicristales, los componentes no encajan entre sí siguiendo un patrón periódico. Esta estructura especial les confiere propiedades especiales que no tienen los cristales normales.
El cuasicristal recién descubierto está formado por dodecágonos, que a su vez se componen de una mezcla de células de forma triangular, cuadrada y, por primera vez, trapezoidal. Éstas se generan a partir del autoensamblaje de moléculas con forma de "T". "Hemos descubierto un cuasicristal líquido perfectamente ordenado. Nunca se había visto un material así", afirma el químico Carsten Tschierske, catedrático de la MLU. El último estudio del equipo también aporta nuevos conocimientos sobre la formación de estas estructuras especiales. "Hasta ahora, se suponía que la estabilidad de los cuasicristales se basaba en una ganancia de entropía resultante de la ruptura de las estrictas reglas de teselación periódica. Sin embargo, nuestros resultados sugieren que, en este caso, la estabilidad puede deberse a la minimización de la energía en el orden cuasicristalino perfecto", añade Tschierske.
Según el investigador, las aplicaciones potenciales de estos nuevos cuasicristales líquidos son prometedoras. Por ejemplo, podrían utilizarse en el futuro para producir materiales funcionales autoensamblables y autorreparables que podrían aplicarse en óptica y electrónica, ya que tienen el potencial de crear nuevas formas de manipular la luz y los portadores de carga.
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