Los niños con síndrome de Cushing pueden tener mayor riesgo de suicidio

Un estudio de los NIH encuentra que hay un aumento de depresión, ansiedad y pensamientos suicidas después del tratamiento

29.03.2016 - Estados Unidos

Los niños con síndrome de Cushing pueden tener un mayor riesgo de suicidio, así como de depresión, ansiedad y otros trastornos de salud mental, mucho tiempo después de que se haya tratado con éxito este síndrome, según un estudio realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

El síndrome de Cushing resulta cuando hay niveles altos de la hormona cortisol en el cuerpo. Las complicaciones del síndrome a largo plazo incluyen obesidad, diabetes, fracturas de huesos, presión arterial alta, cálculos renales e infecciones graves. El síndrome de Cushing puede ser causado por tumores en las glándulas suprarrenales o en otras partes del cuerpo que producen un exceso de cortisol. También puede ser causado por un tumor en la pituitaria que estimula las glándulas suprarrenales para que produzcan niveles altos de cortisol. El tratamiento generalmente implica detener el exceso de producción de cortisol mediante la extirpación del tumor.

"Nuestros resultados indican que los médicos que atienden a personas jóvenes con síndrome de Cushing deben examinar a sus pacientes para enfermedades de salud mental relacionadas con la depresión después de haber tratado con éxito el síndrome subyacente", dijo el autor principal del estudio, Constantine Stratakis, D(med)Sci, director de la División de Investigación Intramuros del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver de los NIH. "Es posible que los pacientes no informen a sus médicos que se sienten deprimidos, por lo que es una buena idea que los médicos tomen la iniciativa y hagan pruebas de detección para la depresión y los trastornos relacionados".

El síndrome de Cushing puede afectar a niños y adultos. Un estudio reciente* calcula que en los Estados Unidos, cada año hay 8 casos de síndrome de Cushing por cada millón de personas.

Los investigadores publicaron sus descubrimientos en Pediatrics. Revisaron las historias clínicas de todos los niños y jóvenes tratados para el síndrome de Cushing en los NIH del 2003 al 2014, un total de 149 pacientes. Los investigadores encontraron que meses después del tratamiento, 9 niños (aproximadamente el 6 por ciento) habían tenido pensamientos de suicidio y estallidos de ira y rabia, depresión, irritabilidad y ansiedad. De éstos, 7 tuvieron estos síntomas dentro de los 7 meses de su tratamiento. Otros 2 comenzaron a tener síntomas 48 horas de después de su tratamiento.

Los autores observaron que los niños con síndrome de Cushing a menudo tienen comportamientos compulsivos y tienden a ser más triunfadores en la escuela. Sin embargo, después del tratamiento, se vuelven deprimidos y ansiosos. Esto es un contraste directo con los adultos con síndrome de Cushing, que tienden a volverse deprimidos y ansiosos antes del tratamiento y poco a poco superan estos síntomas después del tratamiento.

Los autores señalaron que los proveedores de servicios de salud podrían tratar de preparar a los niños con síndrome de Cushing antes de hacer el tratamiento, avisándoles que su estado de ánimo puede cambiar después de la cirugía y que es posible que no mejoren por meses o años. Del mismo modo, los proveedores deben considerar evaluar a sus pacientes periódicamente para ver si corren riesgo de suicidarse en los años después de su tratamiento.

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