Bajo presión: El nuevo material bioinspirado puede "cambiar de forma" a fuerzas externas
Material autoadaptable que puede cambiar su rigidez
Pam Li/Johns Hopkins University
"Imaginen un implante óseo o un puente que se pueda auto-reforzar donde se aplica una gran fuerza sin inspección ni mantenimiento. Permitirá implantes y puentes más seguros con un mínimo de complicaciones, costos y tiempo de inactividad", dice Sung Hoon Kang, profesor asistente del Departamento de Ingeniería Mecánica del Instituto de Materiales Extremos de Hopkins y del Instituto de NanoBiotecnología de la Universidad Johns Hopkins y autor principal del estudio.
Si bien otros investigadores han intentado crear materiales sintéticos similares anteriormente, hacerlo ha sido un desafío porque esos materiales son difíciles y costosos de crear, o requieren un mantenimiento activo cuando se crean y están limitados en cuanto a la cantidad de tensión que pueden soportar. Tener materiales con propiedades adaptables, como los de la madera y el hueso, puede proporcionar estructuras más seguras, ahorrar dinero y recursos, y reducir el impacto ambiental perjudicial.
Los materiales naturales pueden autorregularse utilizando los recursos del entorno; por ejemplo, los huesos utilizan señales celulares para controlar la adición o eliminación de los minerales extraídos de la sangre que los rodea. Inspirados por estos materiales naturales, Kang y sus colegas trataron de crear un sistema de materiales que pudiera añadir minerales en respuesta al estrés aplicado.
El equipo comenzó usando materiales que pueden convertir las fuerzas mecánicas en cargas eléctricas como andamios, o estructuras de soporte, que pueden crear cargas proporcionales a la fuerza externa colocada sobre ellos. La esperanza del equipo era que estas cargas pudieran servir como señales para que los materiales comenzaran la mineralización a partir de los iones minerales del medio ambiente.
Kang y sus colegas sumergieron películas poliméricas de estos materiales en un fluido corporal simulado que imitaba las concentraciones iónicas del plasma sanguíneo humano. Después de que los materiales se incubaran en el fluido corporal simulado, los minerales comenzaron a formarse en las superficies. El equipo también descubrió que podían controlar los tipos de minerales formados controlando la composición iónica del fluido.
El equipo estableció entonces una viga anclada en un extremo para aumentar gradualmente la tensión de un extremo de los materiales al otro y descubrió que las regiones con más tensión tenían más acumulación de minerales; la altura de los minerales era proporcional a la raíz cuadrada de la tensión aplicada.
Sus métodos, dicen los investigadores, son simples, de bajo costo y no requieren energía extra.
"Nuestros hallazgos pueden allanar el camino para una nueva clase de materiales autorregenerables que puedan auto-reforzar las áreas dañadas", dice Kang. Kang espera que estos materiales puedan algún día ser utilizados como andamios para acelerar el tratamiento de enfermedades o fracturas relacionadas con los huesos, resinas inteligentes para tratamientos dentales u otras aplicaciones similares.
Además, estos hallazgos contribuyen a que los científicos comprendan los materiales dinámicos y el funcionamiento de la mineralización, lo que podría arrojar luz sobre los entornos ideales necesarios para la regeneración ósea.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.