Un estudio del CSIC aporta nuevos datos sobre el sistema inmunitario innato
El objeto del trabajo, el sistema del complemento, puede originar patologías como la degeneración macular, segunda causa de ceguera entre mayores, si no funciona correctamente
El trabajo, que aparece publicado en el último número de la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU, se centra en la AP C3 convertasa, un complejo enzimático formado por dos proteínas clave para que el sistema del complemento responda rápida y eficazmente, eliminando el microorganismo patógeno o la sustancia que ha motivado su activación. Los resultados contribuyen a determinar su potencial como diana terapéutica en las enfermedades causadas por fallos del sistema complemento.
Los equipos de Santiago Rodríguez de Córdoba y Óscar Llorca en el Centro de Investigaciones Biológicas (del CSIC), en Madrid, han logrado visualizar cómo se ensambla y se regula la AP C3 convertasa cuando el sistema del complemento se activa por una de las tres vías posibles, la vía alternativa. Rodríguez de Córdoba explica las motivaciones del estudio: “El sistema del complemento es un arma de doble filo y la AP C3 convertasa su herramienta más peligrosa. Las alteraciones en este complejo causan desregulación del complemento y, con ello, daños a tejidos u órganos”.
Por ello, añade el investigador del CSIC, la formación y la regulación de la AP C3 convertasa está “exquisitamente” programada, de manera que el complemento pueda cumplir su misión, eliminando de forma rápida y eficaz sustancias extrañas para el organismo, mientras que los tejidos sobre los que actúa estén protegidos de la destrucción ocasionada por el complemento.
Además de la degeneración de la mácula (la zona de la retina especializada en la visión fina de los detalles, con la que es posible leer o ver la cara de una persona, por ejemplo), la desregulación del sistema del complemento a través de la AP C3 convertasa da pie a algunas patologías renales raras, como el síndrome hemolítico urémico atípico o la enfermedad por depósito denso. “La AP C3 convertasa es, potencialmente, una importante diana terapéutica y, por ello, conocer cómo se forma y se regula es fundamental”, concluye Rodríguez de Córdoba.
La formación de la AP C3 convertasa se inicia con la asociación de dos proteínas que dan lugar al complejo inactivo C3bB. Luego, mediante la acción de una nueva proteína y tras varios movimientos, la convertasa se activa. La investigación realizada por los grupos de Rodríguez de Córdoba y Llorca ha logrado conocer en detalle cómo se forma C3bB y cómo se produce la activación de ese complejo inactivo para generar AP C3 convertasa activa.
Para ello, los autores se han servido de técnicas de microscopía electrónica con las que han visualizado miles de complejos C3bB. Estas imágenes individuales se han utilizado, posteriormente, para reconstruir en tres dimensiones el complejo inactivo y la AP C3 convertasa activa.
“Saber cómo se ensambla y cómo se regula la AP C3 convertasa va a ayudar considerablemente a determinar su potencial como diana terapéutica, facilitando, por ejemplo, el diseño y desarrollo de compuestos que inhiban su formación o aceleren su disociación y, con ellos, prevenir o reducir el daño tisular producido por la activación descontrolada del sistema del complemento”, explica el investigador del CSIC.
Eva Torreira, Agustín Tortajada, Tamara Montes, Santiago Rodríguez de Córdoba y Oscar Llorca 3D structure of the C3bB complex provides insights into the activation and regulation of the complement alternative pathway convertase PNAS